El neurinoma o schwannoma vestibular es un tumor benigno que suele aparecer en uno de los dos oídos, y que causa pérdida de audición y acúfenos. Ese era el diagnóstico de Luisa, una asesora laboral con una larga trayectoria en su profesión. Su vida cambió en 2020, cuando su patología auditiva redujo significativamente la capacidad que tenía para llevar a cabo su trabajo. Y pese a que el INSS no le reconocía ningún tipo de incapacidad, tras demandar a la entidad pública ahora cobra una pensión de más de 1.700 € al mes.
La postura de la Seguridad Social
Su proceso hacia la incapacidad permanente comenzó en enero de 2020, cuando Luisa se vio obligada a coger una baja médica, que agotó en julio de 2021. En ese momento, a los 18 meses de incapacidad temporal, se inició un expediente para determinar si tenía derecho a una prestación por incapacidad laboral.
Sin embargo, la Dirección provincial del INSS resolvió que no merecía ningún grado de incapacidad permanente. Una de las razones para tomar esta decisión es que el tribunal médico consideraba que, si bien la audición había disminuido notablemente, esta afección no le provocaba pérdida de equilibrio ni inestabilidad a la marcha.
Esto no era cierto, pero lo realmente importante no era esa secuela, sino que le era muy difícil comunicarse, algo esencial en su trabajo como asesora.
El oído izquierdo
En concreto, y así lo probamos en el juicio que se celebró en Juzgado de lo Social nº 24 de Barcelona, esta trabajadora padecía un neurinoma o schwannoma vestibular en su oído izquierdo que había requerido una intervención quirúrgica. Las consecuencias de esta enfermedad habían sido la aparición de acúfenos permanentes (ruido en los oídos) y la pérdida completa e irreversible de audición en ese oído.
Por tanto, nuestra cliente estaba muy limitada para trabajar por el gran déficit conversacional que le generaban estas secuelas. En este sentido, la jueza que llevó el caso afirmó que "no hay duda alguna de que necesita de un buen nivel comunicativo para oir y asesorar, siendo la comunicación fundamental en el ejercicio de las funciones de asesoría, teniendo que mantener conversaciones con los clientes".
El informe del INSS, desvirtuado
La juzgadora, tras revisar las pruebas médicas y los informes aportados, concluyó que nuestra defendida estaba incapacitada para su profesión habitual, y condenó al INSS a concederle una pensión de incapacidad permanente total. Y tomó esta decisión porque dio más validez a los documentos médicos del hospital que nosotros presentamos que al dictamen del tribunal médico. Literalmente, en la sentencia se puede leer que "este informe del INSS queda desvirtuado por el informe citado, al que otorgo mayor veracidad pues es de sanidad pública y servicio especializado".
Pensión de más de 1.700 € al mes
La incapacidad total que logramos para Luisa era de tipo cualificada, es decir, que en lugar de una mensualidad del 55% de su base reguladora, el porcentaje a percibir es del 75%. Esto se debe a que en ese momento Luisa ya había cumplido los 55 años y estaba desempleada. Y como su base ascendía a 2.340,50 €, su prestación se fijó en 1.755,37 € al mes.
Además, la resolución judicial, fechada en junio de 2023, le ha dado derecho a cobrar atrasos desde octubre de 2021, lo que significa que la Seguridad Social le ingresará un año y ocho meses de mensualidades no cobradas.
Puedes consultar esta interesante sentencia a continuación: