El índice o test de Barthel es una técnica utilizada por los profesionales sanitarios para valorar el nivel de independencia del paciente con respecto a la realización de algunas actividades básicas de la vida diaria (AVD). El rango global puede variar entre 0 -dependencia completa- y 100 puntos -totalmente independiente-. Nuestra cliente, Paola, registraba un resultado de 45 en dicha escala, dada su marcada tendencia a necesitar ayuda de terceras personas en su día a día. Pero el INSS no le reconocía debidamente su situación, algo que los juzgados de Barcelona sí hicieron.
Absoluta y Reclamación Previa
La demandante tenía concedida por la Seguridad Social una incapacidad permanente absoluta. Sin embargo, no estaba de acuerdo con esta decisión y presentó una Reclamación Previa en vía administrativa para conseguir un grado superior de incapacidad: la gran invalidez. Sin embargo, su petición fue desestimada.
Lo distintivo de esta situación máxima de invalidez es la incapacidad para ejercer cualquier tipo de trabajo y, además, necesidad de ayuda de terceros para llevar a cabo acciones como vestirse, asearse, comer o tomar la medicación, entre otras. No obstante, como se indica en esta sentencia que estamos analizando, no es indispensable que esta asistencia externa sea requerida para todas estas rutinas, sino que basta con la imposibilidad de realizar una de ellas.
Deterioro cognitivo y uso de pañales
Cuando fuimos a juicio, acto que se celebró en el Juzgado de lo Social n° 31 de Barcelona, pusimos de manifiesto que Paola padecía un conjunto de condiciones médicas graves, que incluían deterioro cognitivo, fibromialgia asociada a lupus eritematoso sistémico, amnesia, lento procesamiento de la información e incontinencia urinaria y fecal. Debido a esta última afección, usaba pañales.
Este cuadro clínico había llevado a que los servicios sociales le otorgaran un certificado de discapacidad del 79%, con superación del baremo de movilidad, lo que probaba que también tenía una movilidad muy reducida.
Test de Barthel
A su dependencia y discapacidad se sumaba un resultado de 45 puntos en el índice o test de Barthel, como señalábamos al comienzo de este artículo, signo de "dependencia grave", como se lee en la resolución judicial.
Curiosamente, esta evaluación no aparecía en el informe del tribunal médico, donde, por ejemplo, sí se resaltaba que la trabajadora sufría un "trastorno adaptativo mixto sin limitación funcional".
Gran Invalidez de más de 2.000 € al mes
En este caso particular, el juez determinó que las lesiones que detallamos al defender a Paola en el juicio justificaban la concesión de la gran invalidez. De esta forma, ella ha obtenido una pensión mensual del 100% de su base reguladora de 1.348,88 €, mejorada con un complemento económico de 767,77. En total, 2.116,65 € al mes.
Esta sentencia destaca la importancia de considerar no solo las limitaciones de un ciudadano para trabajar, sino también si tiene o no capacidad para realizar las actividades básicas de la vida diaria (AVD) de manera independiente. Este último, como ha sucedido con Paola, es un factor determinante para que sea reconocido el grado máximo de incapacidad que existe, es decir, la gran invalidez.
Descarga o visualiza la resolución judicial aquí: