7 causas de despido disciplinario: trámites y consecuencias
El despido disciplinario es, quizá, la medida más grave que puede tomar un empresario en caso de que el trabajador incumpla de forma grave y culpable sus obligaciones laborales.
Según el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores, existen diversas causas que pueden fundamentar este tipo de despido.
En este artículo vamos a mostrarte cuáles son esas causas de despido disciplinario, las consecuencias de dicho despido y los trámites para impugnarlo.

Índice de contenidos
Causas comunes de un despido disciplinario
A continuación te explicamos las causas comunes reguladas por el Estatuto de los Trabajadores que pueden fundamentar un despido disciplinario:
Faltas de asistencia o puntualidad injustificadas
Cuando un trabajador tiene repetidas ausencias, o llega tarde al trabajo de forma reiterada y sin motivo justificado, ello puede ser motivo de despido disciplinario.
Un empleado está obligado a justificar sus ausencias o retrasos, y si no lo hace, el empresario puede considerar esta conducta como un incumplimiento grave.
Indisciplina o desobediencia
El incumplimiento de las órdenes generales de trabajo que rigen en la empresa, o de órdenes concretas dictadas por el empresario o sus delegados, pueden ser causas para un despido disciplinario. Pero debe haber una actitud de resistencia persistente y reiterada, y que tenga trascendencia para los intereses de la empresa.
Ofensas verbales o físicas
Si un trabajador insulta, agrede verbal o físicamente al empresario o a sus compañeros de trabajo, esto puede ser motivo de despido disciplinario.
Es prioritario mantener un ambiente laboral respetuoso y seguro.
Transgresión de la buena fe contractual
Cuando un trabajador actúa de manera desleal, o realiza acciones que van en contra de lo estipulado en su contrato laboral, esto puede facultar al empresario para despedirle disciplinariamente.
La buena fe contractual implica cumplir con las obligaciones y responsabilidades propias del puesto de trabajo.
Disminución voluntaria del rendimiento laboral
Si un trabajador muestra una actitud negligente o una disminución intencionada y voluntaria de su rendimiento laboral, esto podría motivar su despido por causas disciplinarias.
El empleado tiene la responsabilidad de realizar su trabajo de forma adecuada y dar lo mejor de sí para la empresa que le ha contratado.
Embriaguez habitual o toxicomanía
Si el consumo frecuente de alcohol o el uso de drogas afecta negativamente el desempeño laboral, y pone en riesgo la seguridad de los demás trabajadores, se puede despedir disciplinariamente al trabajador.
Es vital mantener un entorno laboral libre de sustancias que puedan perjudicar el rendimiento y la seguridad.
Acoso discriminatorio
El acoso o discriminación por motivos de origen racial, étnico, religión, discapacidad, edad u orientación sexual es una causa de despido disciplinario.
Se busca garantizar un entorno laboral inclusivo y respetuoso para todos los trabajadores, además de no transgredir los derechos fundamentales de las personas que trabajan en la empresa.
Consecuencias de un despido disciplinario
Cuando se produce un despido disciplinario, existen una serie de consecuencias tanto para el trabajador como para el empleador.
Y las principales implicaciones que pueden derivarse de tomar esta medida tan grave son:
- Pérdida del empleo: la consecuencia más evidente del despido disciplinario es la pérdida del puesto de trabajo por parte del trabajador. Esto crea inestabilidad laboral, y económica.
- Pérdida de ingresos: al no disponer de un empleo, el trabajador se enfrenta a la pérdida de los ingresos que obtiene regularmente. Esto puede generarle dificultades económicas y afectarle en su nivel de vida.
- Desempleo: tras el despido disciplinario, el trabajador pasará a ser un desempleado, lo que implicará posiblemente la necesidad de buscar un nuevo empleo para poder sustentarse. Aunque, eso sí, podrá cobrar el paro si ha cotizado lo suficiente.
- Pérdida de los derechos laborales: Al ser despedido por causas disciplinarias, el trabajador puede perder ciertos derechos laborales, como el de la indemnización.
Trámites para impugnar un despido disciplinario
En caso de enfrentarte a un despido disciplinario que consideras injustificado, es importante que conozcas los trámites necesarios para impugnar.
Es muy recomendable que, antes de hacerlo, también compruebes si el empresario ha cumplido con los trámites y requisitos legales establecidos: comunicar la decisión de despido por escrito y notificarlo, si procede, a la representación legal de los trabajadores. Además, debe permitir al trabajador que se defienda mediante una audiencia previa. En caso de que alguno de estos requisitos no se dé, podrás luchar judicialmente para que tu cese se declare improcedente.
Sea por los hechos de los que se te acusan o por un defecto formal, como trabajador tienes la posibilidad de impugnar el despido a través de los trámites administrativos y judiciales correspondientes, que comienzan por presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación, y pueden acabar en una demanda judicial.
A continuación, te explicamos ordenadamente los pasos que debes seguir:
- Presentar una papeleta de conciliación: el primer paso es presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación de tu comunidad autónoma (SMAC). Esta papeleta notifica a la empresa tu intención de impugnar el despido, y busca llegar a un acuerdo extrajudicial.
- Celebración del acto de conciliación: una vez presentada la papeleta, se deberá celebrar el acto de conciliación. Este acto consiste en una reunión entre ambas partes, empresa y trabajador, para intentar resolver el conflicto de forma amistosa. En caso de no alcanzar un acuerdo, podrás seguir recllamando por vía judicial.
- Presentación de demanda judicial: si no se logra llegar a un acuerdo durante la conciliación, se puede presentar una demanda judicial en la jurisdicción social. En esta demanda se exponen los motivos de impugnación y se solicita que el despido sea declarado improcedente o nulo, dependiendo del caso.
- Desarrollo del proceso judicial: tras la presentación de la demanda, se llevará a cabo el proceso judicial. Si se llega a celebrar el juicio, ambas partes presentarán pruebas y argumentos ante el juez. Es importante contar con asesoramiento legal especializado para una defensa de tus derechos que aumente las garantías de éxito.
- Sentencia: ya finalizado el proceso judicial, el juez emitirá una sentencia que determinará si el despido disciplinario fue improcedente o no. O nulo. Por lo tanto, en caso de que la demanda sea estimada, se declarará la improcedencia o nulidad del despido y se podrán establecer medidas como el pago de una indemnización o la readmisión del trabajador.
Es importante señalar, que justo antes del juicio oral existe todavía la posibilidad de llegar a un acuerdo entre las partes ante el Letrado de la Administración de Justicia (LAJ).
Si no se llegase a ningún consenso, entonces se pasaría inmediatamente a la celebración del juicio.
Asesórate con un bufete de abogados expertos en Derecho Laboral, y no dudes en iniciar los trámites necesarios para impugnar un despido disciplinario en caso de considerar que ha sido injusto y no está justificado.
¿Qué es un despido disciplinario?
Después de ver las causas, consecuencias y sus trámites, seguramente tienes bastante claro qué es un despido disciplinario, pero veamos en qué consiste exactamente.
Ya hemos visto que es una medida grave que puede tomar un empresario en caso de incumplimiento grave y culpable por parte de un trabajador. Esto se traduce en la finalización del contrato laboral de forma inmediata y sin aviso con antelación debido a la conducta inadecuada del empleado, aunque en realidad sí queda advertido de lo que va a ocurrir a causa de la audiencia previa que es obligatoria desde noviembre de 2024. En ella el afectado podrá defenderse de las acusaciones que se profieran contra él antes de que el despido se haga efectivo.
La figura del despido disciplinario está regulada en el Estatuto de los Trabajadores, que establece las causas que pueden fundamentarlo. Dichas causas pueden ser acciones o comportamientos que afecten negativamente al desempeño laboral, a las relaciones dentro de la empresa o que sean contrarios a la buena fe contractual.
Es importante destacar que el despido disciplinario debe estar debidamente justificado y debe cumplir con los requisitos legales establecidos. Y que en caso de un despido disciplinario, el trabajador tiene la posibilidad de impugnarlo.
Si se llega a un acuerdo en el SMAC, o si posteriormente se dicta sentencia estimando la demanda, el despido puede ser declarado improcedente o nulo. Esto puede conllevar el pago de una indemnización al trabajador o su readmisión, respectivamente.