Consecuencias del despido disciplinario: descubre cuáles son y cómo afrontarlas
Es importante conocer las consecuencias del despido disciplinario a las que te puedes enfrentar como trabajador.
Por ese motivo, a lo largo de este artículo analizaremos tus derechos como trabajador en caso de despido disciplinario, y te hablaremos del proceso de impugnación, donde puede ser crucial el asesoramiento laboral.
Vas a descubrir todo lo que necesitas saber sobre las consecuencias de esta forma de extinción del contrato laboral.
Porque si tu despido no está debidamente justificado, podría ser declarado improcedente o nulo por un juez.
Índice de contenidos
Cuáles son las consecuencias más notables de un despido disciplinario
El despido disciplinario es una situación que puede tener repercusiones para el trabajador afectado, aunque no es una "condena" que vayas a arrastrar, ya que no se verá reflejado como tal en tu documento de vida laboral.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias inmediatas para el trabajador?
Desde la perspectiva del empleado, el impacto más inmediato es la pérdida del empleo y, por ende, de la fuente principal de ingresos.
A diferencia de otros tipos de despido, el disciplinario no obliga a la empresa a pagar indemnización al trabajador, lo cual agrava la situación financiera del afectado.
Eso sí, el finiquito sí es obligatorio abonarlo (la liquidación de días de salario pendientes, las vacaciones generadas y no disfrutadas, y pagas u horas extra que te deban).
A pesar de todo, si te encuentras ante una situación como esta, como trabajador podrás tener derecho a solicitar la prestación por desempleo, siempre que cumplas con los requisitos de cotización.
Un ejemplo podría ser el caso de un trabajador que, tras acumular varias faltas injustificadas, recibe una carta de despido disciplinario. Este acepta el despido.
A pesar de la ausencia de indemnización por despido, el trabajador solicita el cobro del paro porque ha cotizado el mínimo requerido en los últimos años.
¿A qué consecuencias se enfrenta la empresa o el empleador?
Para la empresa, las consecuencias del despido disciplinario incluye el riesgo de enfrentarse a una demanda por despido improcedente si no se puede demostrar la gravedad de la falta cometida por el trabajador, o si no se ha seguido el procedimiento adecuado. Dicho procedimiento incluye, desde que así lo dictó el Tribunal Supremo en 2024, la obligatoriedad de que el empleado tenga la oportunidad de defenderse de las acusaciones en su contra. Esta audiencia debe ser previa al despido, de forma que se asegure que no tenga lugar una situación de indefensión.
Igualmente, un empresario podría enfrentarse a una demanda del trabajador solicitando la nulidad del despido por causas de discriminación o cualquier otra violación de un derecho fundamental.
En caso de que el despido sea declarado improcedente por un tribunal, la empresa podría elegir entre indemnizar al trabajador o readmitirlo. Lo habitual, sin embargo, es abonar la indemnización, puesto que readmitir a un trabajador después de despedirlo por causas disciplinarias podría llevar a una relación laboral muy complicada.
Pero quizá lo peor para la empresa es que sea declarado nulo, porque en ese caso tendrá que readmitir al trabajador y pagarle todos los salarios que no haya percibido desde el despido, además de una indemnización por daño moral.
Además, hay que tener cuidado a la hora de realizar este tipo de despidos. Los despidos por causas disciplinarias pueden afectar al ambiente laboral, generando desconfianza o temor entre los compañeros de trabajo. Y esto podría derivar en una disminución de la moral y la productividad del equipo.
¿Qué es exactamente un despido disciplinario?
El despido disciplinario es una forma de extinción del contrato de trabajo que puede llevar a cabo una empresa en casos de incumplimiento grave y culpable por parte del trabajador.
Contrasta con otros despidos por causas objetivas, como reestructuraciones empresariales o disminución en la demanda de servicios o productos. En estos últimos, no hay culpa del trabajador, con lo cual sí se tiene derecho a indemnización.
Cuáles son las posibles causas del despido disciplinario
- Faltas de asistencia o puntualidad repetidas e injustificadas
- Indisciplina o desobediencia
- Ofensas, insultos o injurias al empresario o a sus compañeros
- Transgresión de la buena fe contractual
- Disminución voluntaria en el rendimiento
- Embriaguez habitual o toxicomanía
- Acoso laboral o sexual
Además, y esto es interpretativo, la regulación del Estatuto de los Trabajadores y los Convenios Colectivos establecen que las causas para el despido disciplinario deben ser graves y culpables.
¿Y cuándo es grave o culpable? ¿Quién lo decide? Normalmente, salvo en casos muy claros, será un juez.
Procedimiento del despido disciplinario
El procedimiento del despido disciplinario requiere que la empresa comunique por escrito al trabajador la causa del despido. La carta de despido debe contener los hechos que motivan la decisión y la fecha en que tendrá efectos la extinción de la relación contractual.
Asimismo, como hemos subrayado en epígrafes anteriores, la empresa tiene que convocar al afectado -mediante una audiencia previa al despido- y permitirle ejercitar personalmente su defensa ante los hechos que van a causar su cese.
En caso de no cumplir con estos requisitos, el despido se podría considerar improcedente.
¿Qué derechos tienes como trabajador en caso de despido disciplinario?
- El trabajador despedido disciplinariamente tiene derecho a recibir el salario y horas extras correspondientes hasta la fecha de efectos del despido.
- Normalmente no es así pero, en algunos casos, el trabajador podría recibir una indemnización excepcional en función de lo estipulado en su contrato laboral, los convenios colectivos o la jurisprudencia.
- El empleado tiene derecho a solicitar la prestación por desempleo, siempre y cuando cumpla los requisitos exigidos por el SEPE.
- También tiene derecho a solicitar audiencia previa para poder defenderse de las acusaciones proferidas contra él.
- Y en caso de que el despido disciplinario sea declarado improcedente o nulo por los tribunales, el trabajador podría tener derecho a una indemnización, o a la readmisión en la empresa.
Impugnación del despido disciplinario
Si eres el trabajador afectado y consideras que tu despido disciplinario no ha sido justificado, tienes la opción de impugnarlo a través de un proceso administrativo y judicial.
Para iniciar el procedimiento, es necesario presentar una papeleta de conciliación ante el SMAC o servicio de mediación y arbitraje de tu Comunidad Autónoma, siempre dentro de un periodo de 20 días laborables a partir de la fecha en que se efectuó el despido.
Una vez presentes esta papeleta, el plazo de 20 días quedará suspendido. A partir de ese momento, te quedarán el resto de días del plazo para interponer la demanda, que volverán a contar tras la celebración del acto de conciliación.
Se organizará, por tanto, ese acto que no es más que una negociación con el fin de facilitar un entendimiento mutuo entre tú y la empresa.
Si de este encuentro no se logra un resultado beneficioso que agrade a ambas partes, podrás interponer una demanda ante el juzgado de lo Social competente.
Tienes los días restantes, como ya te hemos indicado, para presentar la demanda.
Es importante que estés atento porque si transcurridos 15 días hábiles desde que presentaste la papeleta de conciliación, esta no se ha celebrado, el plazo para presentar la demanda se reanudará y dejará de estar suspendido.
Es decir, para presentar la papeleta de conciliación e interponer la demanda ante el juzgado de lo Social competente, existe un plazo único de 20 días hábiles.
En muchas ocasiones se suele presentar tanto la papeleta de conciliación como la demanda el mismo día.
En este tipo de situaciones, en las cuales se impugna un despido disciplinario, la responsabilidad de demostrar el motivo del despido recae sobre el empleador o empresa. Esta deberá demostrar suficientemente la falta disciplinaria señalada en la carta de despido para dar por finalizado el contrato.
Además, la empresa solo podrá argumentar las razones expuestas y documentadas en la carta de despido. No serán admitidas otras pruebas que no estén reflejadas en dicha carta, a no ser que la empresa demuestre que no pudo obtenerlas en su día pero son válidas.
Asesoramiento legal en caso de despido disciplinario
En caso de enfrentarte a un despido disciplinario, es importante contar con el apoyo y asesoramiento de un profesional experto en Derecho Laboral.
Un despacho de abogados especializado podrá evaluar la situación, asesorarte sobre tus derechos y opciones legales, así como representarte durante todo el proceso de impugnación del despido.