En el ámbito de la Seguridad Social, el acceso a la incapacidad permanente absoluta no siempre es fácil. Por esa razón, en muchas ocasiones hay que acudir a los tribunales si los informes médicos dan la razón al trabajador. Eso es lo que vivió nuestro cliente, Pablo, un mecánico especializado en fabricación de herramientas que sufre narcolepsia. En vía administrativa le reconocieron una incapacidad permanente total para su profesión habitual, pero nosotros le conseguimos la absoluta en los juzgados.
Somnolencia constante y parálisis
A Pablo le diagnosticaron narcolepsia, una afección neurológica que se caracteriza por una excesiva somnolencia diurna. Pero, además de sufrir sueño constante, este mecánico atravesaba frecuentemente episodios de cataplejía, es decir, breves parálisis con pérdidas del tono muscular que le ocasionaban caídas. Todo ello le generaba también lagunas de memoria.
Con el paso del tiempo, sus dolencias se intensificaron y su respuesta a los tratamientos pautados fue ineficaz. Su enfermedad pasó a ser crónica e irreversible, afectando gravemente su calidad de vida y su capacidad para llevar a cabo una actividad laboral normalizada.
El comienzo de su incapacidad
En 2021, el trabajador fue evaluado por el tribunal médico. Allí los inspectores médicos certificaron sus patologías. El dictamen-propuesta ponía de manifiesto que, efectivamente, estaba afectado de "hipersomnia diurna, lagunas de memoria y episodios de cataplejía en relación con las emociones".
El INSS entendió en ese momento que no podía hacer su trabajo, por el riesgo que suponía, y por ello le hicieron tributario de una incapacidad total. Sin embargo, sus limitaciones realmente le impedían el desarrollo de todo tipo de trabajo con un mínimo de normalidad. Por ello, tramitamos una Reclamación Previa solicitando la absoluta. Como es habitual, esta reclamación fue desestimada, y fue entonces cuando presentamos la demanda judicial.
El enfoque de la valoración del tribunal
La jueza a cargo del Juzgado de lo Social nº 1 de Ávila, donde recayó la demanda que interpuso nuestro equipo de abogados, realizó una minuciosa evaluación de todas las pruebas y documentos médicos aportados. Como las patologías recogidas por el Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) no estaban en discusión, la juzgadora se centró en determinar el alcance real de la incapacidad que se juzgaba, teniendo en cuenta la complejidad de la narcolepsia y la cataplejía.
En ese sentido, fuimos muy contundentes: todos los tratamientos habían sido infructuosos, y los síntomas empeoraban con el tiempo. Expusimos que la narcolepsia unida a la cataplejía era una mezcla devastadora que le dificultaba, enormemente, cumplir con las exigencias de una jornada de trabajo. Y argumentamos que no podía trabajar ni como empleado en la fabricación de herramientas ni en ninguna otra profesión.
Resolución judicial: ¡más de 2.600 € al mes!
Considerando la gravedad y la pluripatología de nuestro defendido, el tribunal falló a su favor. La magistrada de Ávila le reconoció la incapacidad permanente absoluta, otorgándole el derecho a percibir una prestación mensual de 2.622,81 € al mes -el 100% de su base reguladora-.
Puedes leer el razonamiento del tribunal en la sentencia original, que te facilitamos a continuación: