Preaviso en el despido procedente: concepto, plazos y consecuencias
El preaviso en el despido procedente es un concepto jurídico que da lugar a discrepancias. ¿Por qué? Porque va a depender del tipo de despido procedente ante el que nos encontremos.
Este artículo te dejará claro qué es el preaviso, su definición y requisitos, cuándo se debe o no preavisar, los plazos y consecuencias de no cumplirlos.
Es esencial comprender estas cuestiones para garantizar un correcto proceso de finalización del contrato laboral, y también para determinar si podrías impugnar el despido.

Índice de contenidos
Concepto de preaviso en el despido procedente
El preaviso en el despido procedente (cuando la empresa cree que es correcto y no hay improcedencia declarada previamente por ella) es un formalismo, obligatorio en ciertos tipos de despido a la hora de dar por terminada la relación laboral.
Consiste simplemente en una notificación previa por parte de la empresa al trabajador sobre la decisión de dar por finalizado el contrato.
Pero… ¿cuáles son los requisitos necesarios para que el preaviso sea válido? ¿En qué tipo de despidos es obligatorio?
Definición y requisitos del preaviso
El preaviso es una comunicación escrita que el empresario debe realizar al trabajador con antelación a la fecha de despido. Para que sea válido, debe cumplir los siguientes requisitos:
- Ser notificado por escrito.
- Especificar claramente la fecha prevista para el despido.
- Comunicarse con la suficiente antelación para que el trabajador pueda tomar las medidas necesarias.
Tipos de despidos en los que aplica el preaviso
El preaviso en el despido procedente se debe realizar obligatoriamente cuando se trate de despidos por causas objetivas. En los despidos objetivos, el despido va a estar relacionado con causas económicas, de producción u organizativas del empleador, por lo que este ha de preavisar al trabajador.
También puede realizarse voluntariamente en despidos disciplinarios, pese a que no es común. Pero, aunque no sea obligatorio, se puede preavisar al trabajador para que pueda preparar su salida anticipada de la empresa.
Por otro lado, lo que sí hay que tener en cuenta es que en los ceses por causas disciplinarias es necesario ofrecer al empleado una audiencia previa (es decir, antes de echarlo) para que se pueda defender si así lo desea. Esta regla se aplica desde noviembre de 2024, tras una sentencia que emitió el Tribunal Supremo al respecto.
Plazos del preaviso en el despido procedente
El preaviso viene regulado por la misma ley, que establece unos plazos que se deben cumplir escrupulosamente.
Plazo de preaviso en caso de despido objetivo
En el caso de un despido objetivo, por razones empresariales ajenas al trabajador, la empresa está obligada a conceder un preaviso de 15 días naturales al empleado. Esto se traduce en una notificación dos semanas antes de la fecha prevista para su cese.
Dicho plazo tiene como objetivo permitir al afectado prepararse para la finalización del contrato y buscar nuevas oportunidades laborales.
Ausencia de preaviso en el despido disciplinario
En el despido disciplinario, no existe la obligación legal de conceder un preaviso al trabajador. Aunque la empresa puede tener el “detalle” de realizarlo.
Este tipo de despido se produce, como ya hemos visto, cuando el trabajador comete una falta grave o reiterada que justifica su despido. En estos casos, la empresa tiene el derecho de poner fin al contrato de forma casi inmediata, porque no olvides que sí es obligatorio que te citen para que te puedas explicar antes de dar por finalizada la relación laboral.
Otras situaciones que requieren preaviso
Además de los supuestos mencionados anteriormente, existen otras circunstancias en las que se requiere un preaviso antes de la finalización del contrato.
Estas situaciones pueden ser modificaciones en las condiciones esenciales del contrato, movilidad geográfica o suspensión temporal del contrato, entre otras.
En cada caso, los plazos de preaviso pueden variar según lo establecido por la ley y los convenios colectivos aplicables.
Consecuencias del incumplimiento del preaviso
Indemnización por incumplimiento del preaviso
En caso de que la empresa no cumpla con el plazo de preaviso establecido en el despido procedente, se le puede exigir el pago de una compensación económica al trabajador por los días de preaviso no concedidos.
Esta compensación económica corresponderá al salario de esos días que faltan (hasta llegar a los 15, normalmente), y deberá ser incluida en el finiquito entregado al trabajador.
Incidencia en la calificación del despido
El incumplimiento del preaviso no implica automáticamente la calificación del despido como improcedente. Sin embargo, este factor puede influir en la evaluación de las circunstancias del despido por parte de la autoridad judicial -en caso de que el trabajador impugne la decisión-.
Por tanto, la falta de preaviso puede considerarse una irregularidad que puede tomarse en cuenta en la valoración final del despido.
Otros aspectos relevantes del incumplimiento del preaviso
Además de las consecuencias específicas mencionadas anteriormente, es importante recordar aquí otros escenarios en los que el preaviso es obligatorio: modificaciones en las condiciones esenciales del contrato, movilidad geográfica o suspensión temporal del contrato.
En estos casos, el incumplimiento del preaviso puede tener implicaciones legales y económicas tanto para la empresa como para el trabajador.
Por lo tanto, es muy importante cumplir con las disposiciones legales correspondientes para evitar conflictos y posibles litigios laborales.
Otras cuestiones sobre el preaviso en el despido procedente
¿Qué derechos tengo durante el período de preaviso?
Durante el período de preaviso, tienes derecho a una licencia de seis horas semanales retribuidas para buscar un nuevo empleo, además de continuar percibiendo tu salario y beneficios habituales.
¿Qué debo hacer si considero que el despido es improcedente o no se ha respetado el preaviso?
En caso de dudas sobre la procedencia del despido o el cumplimiento del preaviso, sería aconsejable que consultases a un abogado especializado en Derecho Laboral. Y si finalmente deseas reclamar, antes de 20 días hábiles desde la fecha del despido deberás presentar una papeleta de conciliación ante el SMAC.
Este plazo “suspende” el plazo para interponer la demanda, que también es de 20 días tras el cese. Pero debes tener cuidado, puesto que, una vez presentada la papeleta de conciliación, si pasan 15 días hábiles sin que se celebre este acto de conciliación, se reanudará el plazo para interponer la demanda.
En conclusión, para interponer la papeleta de conciliación y la demanda ante el Juzgado de lo Social competente tienes el mismo plazo de 20 días hábiles. Por ello es importante actuar rápidamente, ya que, como ves, los plazos para impugnar un despido son cortos, y su incumplimiento significa que no podrás ejercer tus derechos.
¿Qué papel juegan los representantes de los trabajadores en el proceso de despido objetivo?
Es importante conocer si los representantes de los trabajadores fueron informados o consultados, según lo establecido por la ley, en especial en casos donde el despido afecta a varios empleados.
La falta de esta consulta puede afectar la validez del proceso de despido.
Si mi contrato tiene una cláusula de preaviso diferente a la establecida por ley, ¿cuál prevalece?
En general, las condiciones del contrato no pueden ser menos favorables para el trabajador que lo estipulado por la ley.
Sin embargo, si el contrato establece un período de preaviso mayor, este debe prevalecer.