Preaviso en el despido: concepto, plazos y consecuencias
Me han despedido y no me han avisado. ¿Te suena? Pues es más que habitual incumplir esta norma. Y siempre y cuando no se trate de un despido disciplinario, el empresario debe avisarte.
El preaviso en un despido es un elemento a tener muy en cuenta tanto por empresas como por trabajadores. Pero mucho más para las empresas.
El preaviso cuando se va a despedir a un trabajador implica una notificación previa por parte del empleador a este último sobre la terminación de su contrato laboral.
Nuestro objetivo con este artículo es que, una vez leído hasta el final, comprendas, a través de ejemplos prácticos, el concepto de preaviso en el despido, sus plazos y las consecuencias de no cumplir con este precepto legal.
Índice de contenidos
Supuestos de preavisos según tipo de despido
Como ya te hemos explicado en la introducción antes de despedir a un trabajador, hay que avisarle con unos días de antelación, pero… ¿siempre hay que avisar?
Pues no, siempre no, pero en la mayor parte de los casos y causas de despido, sí, hay que avisar al trabajador de que no seguirá trabajando en la empresa.
Preaviso en el despido improcedente
El despido improcedente es aquel que sucede cuando una empresa da por finalizado el contrato de un trabajador sin una causa justificada o incumpliendo el procedimiento establecido en la ley.
En estos casos, el preaviso no es habitual, aunque la empresa debería avisar al trabajador con 15 días de antelación.
Y no es habitual porque lo habitual es que el despido se declare improcedente tras la reclamación del trabajador, y con mucha probabilidad, será decretado por un Juez en un proceso judicial.
Por ejemplo, si un trabajador es despedido porque la empresa decide que su salario es demasiado elevado y no tiene razón alguna para deshacerse del trabajador, pero tampoco quiere abonar la indemnización correspondiente, este último reclamará y llevará su caso a los tribunales (pasando antes por el SMAC).
En este caso, es obvio que no hay razón para despedir al trabajador, el juez declarará el despido como improcedente y la empresa deberá abonar la indemnización que corresponda.
Preaviso en el despido disciplinario
En el despido disciplinario, el trabajador es despedido por haber incurrido en una falta grave y culpable según lo establecido en el Estatuto de los Trabajadores o en el convenio colectivo aplicable al sector.
Este tipo de despido no requiere preaviso ya que se basa en conductas que justifican una terminación inmediata del contrato.
Por ejemplo, un empleado de contabilidad ha estado desviando dinero a sus diferentes cuentas bancarias externas a la empresa. Esta forma de actuar, es una causa muy grave y será despedido de manera disciplinaria sin preaviso alguno.
Además, lo más seguro es que acabe siendo denunciado y enfrentándose a un proceso penal por hurto o estafa.
Preaviso en el despido objetivo
El despido objetivo se produce por causas relacionadas con la producción o la organización del trabajo, como pueden ser dificultades económicas o cambios tecnológicos.
En estos casos, el Estatuto de los Trabajadores exige un preaviso de 15 días naturales. Durante este periodo, el empleado sigue trabajando y recibiendo su salario.
Por ejemplo, si una empresa necesita reducir personal debido a una crisis económica, debe notificar a los trabajadores afectados con al menos 15 días de antelación.
Preaviso en el despido colectivo o ERE
En el despido colectivo, conocido también como Expediente de Regulación de Empleo (ERE), se extinguen varios contratos por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
El proceso requiere una serie de procedimientos legales, incluyendo consultas con los representantes de los trabajadores y la autorización administrativa.
El preaviso en estos casos también es de 15 días naturales.
Un ejemplo, sería una empresa que, a causa de una grave crisis económica como fue la provocada por el COVID-19 para muchas empresas, cierra una de sus plantas y necesita despedir a un grupo significativo de empleados.
Tiempo de preaviso de despido: 15 días naturales
El plazo general establecido en la normativa española para el preaviso de despido, en aquellos casos en que deba realizarse, es de 15 días naturales.
Durante estos 15 días, el empleado continúa desempeñando sus funciones habituales y recibe su salario normal.
Es un tiempo que permite tanto al trabajador como a la empresa prepararse para la finalización del contrato laboral y la salida del empleado de la empresa.
Este periodo de preaviso es especialmente relevante en los despidos objetivos y colectivos.
Por ejemplo, si una empresa como puede ser una de las grandes empresas tecnológicas actuales, decide reestructurar su departamento de marketing debido a que gracias a la inteligencia artificial no necesita tantos trabajadores, y esto implica despedir a algunos de ellos, debe notificar a los afectados al menos 15 días antes de que el despido sea efectivo.
Este preaviso da tiempo al trabajador para buscar nuevas oportunidades de empleo y adaptarse a su próxima situación laboral.
Además, en el caso de despido por causas objetivas, durante este periodo de preaviso, el trabajador tendrá derecho a un permiso de 6 horas semanales retribuidas para buscar nuevo empleo, según lo establecido en el artículo 53.2 del Estatuto de los Trabajadores.
Esto es fundamental para garantizar que el trabajador tenga la oportunidad de reincorporarse al mercado laboral lo antes posible.
¿Qué ocurre si no se realiza el preaviso en el despido?
La omisión del preaviso en aquellos despidos donde se debe llevar a cabo conlleva consecuencias legales significativas.
Si una empresa no respeta el periodo de preaviso, debe compensar al trabajador con una indemnización equivalente a los salarios correspondientes a los días de preaviso omitidos.
Por ejemplo, si un trabajador es despedido por causas objetivas y no recibe el preaviso de 15 días, la empresa debe pagarle una indemnización equivalente al salario que hubiera percibido durante esos 15 días. Pero si le avisó sólo con 7 días de antelación, deberá abonarle sólo los 8 días restantes de salario.
Esto se suma a cualquier otra compensación o indemnización por despido a la que el trabajador tenga derecho.
La omisión del preaviso no solo implica un coste económico para la empresa, sino que también puede afectar su reputación y la percepción de la empresa por parte de los trabajadores y del público en general.
Y en la época y sociedad en que vivimos, la mala reputación puede llegar a miles de personas en cuestión de minutos.
Además, puede dar lugar a conflictos laborales y demandas, lo que derivará en costes adicionales para la empresa por interminables juicios laborales.
Conclusiones y recomendaciones
Para empleadores
- Cumplir con la Ley: Es fundamental respetar los plazos de preaviso establecidos por la ley para evitar indemnizaciones adicionales y posibles demandas.
- Planificar con antelación: Planificar anticipadamente y comunicar de manera clara, y si puede ser de forma empática, los despidos puede reducir el impacto negativo y mantener una relación laboral respetuosa hasta el final del contrato. Nunca se sabe si se necesitará contratar de nuevo a ese trabajador.
Para trabajadores
- Conocer los derechos: Es importante que como trabajador conozcas tus derechos en relación con el preaviso del despido, a fin de poder actuar en consecuencia en caso de que no se respete.
- Preparar un cambio de trabajo: Utilizar el periodo de preaviso para buscar activamente nuevas oportunidades de empleo y prepararse para la transición es fundamental para sobrellevar la nueva situación.
Recursos adicionales
Si quieres profundizar más en esta temática te recomendamos consultar el Estatuto de los Trabajadores y la legislación laboral actualizada, en concreto la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social.
Pero si prefieres evitar leer varias veces estos textos jurídicos y quieres que un profesional te explique con palabras comprensibles qué significa y a qué te enfrentas, encontrarás asesoramiento legal especializado en nuestro despacho.