El Juzgado de lo Social nº 1 de Soria ha concedido a una de nuestras clientes una incapacidad permanente parcial para compensar las dificultades adicionales que esta trabajadora, administrativa contable, experimenta en su trabajo debido a padecer miopía magna y glaucoma. ¡La jueza valoró la pérdida visual global de la demandante y nos dio la razón!
Un largo proceso sin salida
Rocío, afiliada al Régimen General de la Seguridad Social, presentó en marzo de 2021 una solicitud para que le reconociesen una pensión de incapacidad permanente. Sin embargo, dos meses después su petición fue denegada porque, según el INSS, sus lesiones no alcanzaban "un grado suficiente de disminución de su capacidad laboral".
No dando por perdida su lucha, esta contable interpuso una reclamación administrativa previa apelando a su necesidad de una incapacidad permanente parcial. En este proceso, se emitió un nuevo informe de síntesis que evaluaba su situación médica. A pesar de ello, su reclamación fue nuevamente desestimada.
Baja capacidad visual
Cuando estudiamos su caso y fuimos a juicio, demostramos con informes médicos que Rocío sufre un glaucoma muy avanzado en el ojo derecho -y terminal en el izquierdo-. Y probamos que, además, estaba afectada de miopía magna y tenía el nervio óptico deteriorado.
En concreto, manifestamos que la trabajadora tenía reducido su campo visual en un 42% en el ojo derecho y en un 27% en el izquierdo.
A la vista de las pruebas, concluimos que estas condiciones habían dejado secuelas en su visión, lo que le provocaba limitaciones significativas para trabajar.
La estrategia
Teniendo como objetivo conseguir la incapacidad parcial -que no consiste en una pensión mensual por no poder realizar la profesión habitual sino una indemnización que permite continuar en el puesto actual-, argumentamos que su baja capacidad visual no le impedía realizar las tareas esenciales de su profesión, pero sí le generaba dificultades en su desempeño general.
Sentencia de más de 35.000 €
El juzgado de Soria, en su sentencia, reconoció a nuestra cliente la incapacidad permanente parcial que pedíamos. Como consecuencia, se le ha otorgado una indemnización de 35.278,08 €, equivalente a 24 mensualidades de su base reguladora. Y Rocío podrá continuar ejerciendo como contable en su empresa, con esa compensación por el estado de su visión.
Es interesante destacar que la jueza tuvo en cuenta la escala de Wecker a la hora de dictar su fallo, un método de medición que dio como resultado una pérdida de visión de entre el 11% y el 32% en el caso de nuestra defendida. Este intervalo corresponde, según la propia jurisprudencia y sin ningún género de duda, con la incapacidad parcial.
Consulta la resolución judicial aquí: