Un camionero, con Incapacidad Total por otra profesión anterior, logra la Absoluta

El caso de Iván es muy peculiar. Porque se le había concedido una incapacidad permanente total para su trabajo de especialista en mantenimiento. Pero, con el paso de los años, su estado de salud empeoró y, habiendo cambiado de empleo, intentó que le aumentaran su grado al de absoluta (ya que hubiera necesitado dos pensiones de incapacidad total, pero esto no era posible porque no se trataba de regímenes distintos de la Seguridad Social). No lo consiguió entonces, pero llamó a nuestro despacho y ahora al fin está protegido económicamente por no poder realizar ningún tipo de trabajo. Todo comenzó cuando…

Lesiones en piernas, mano y pie

En diciembre de 2013, Iván fue declarado en situación de incapacidad permanente en grado de total para la profesión que desempeñaba entonces (especialista de mantenimiento). En aquel momento había sido intervenido quirúrgicamente por sufrir una rara enfermedad que había provocado un crecimiento excesivo del hueso del talón derecho.

Asimismo, también padecía una patología en los músculos de los gemelos y una enfermedad articular -artropatía- en un dedo de la mano izquierda. En definitiva, una afectación general en las extremidades y articulaciones que le impedía llevar a cabo su jornada laboral.

Cambio de trabajo y baja médica

Al no poder trabajar en tareas de mantenimiento, debido a que la pensión de incapacidad total no permite seguir desarrollando la profesión habitual, Iván consiguió un empleo como camionero. Sin embargo, sus lesiones le seguían perjudicando. Y en junio de 2017 tuvo que coger la baja médica. Y en enero de 2019, tras agotar el periodo máximo de incapacidad temporal, fue evaluado por el tribunal médico.

El dictamen que se emitió al respecto reflejaba que las dolencias del trabajador habían derivado en una espondiloartritis periférica, lo que le causaba una grave inflamación de las articulaciones, dolor y dificultad en el movimiento. No obstante, la Seguridad Social decidió no modificar su pensión inicial de incapacidad total. Pero, como señalábamos al principio de este artículo, él quería luchar por la absoluta ya que ya no era un solo oficio concreto el que no podía desempeñar, sino dos. Y, por extensión y valorando sus limitaciones, precisaba una incapacidad absoluta para toda clase de trabajo.

Cuadro clínico actualizado

Finalmente interpusimos una demanda, que fue aceptada y fuimos a juicio. Allí demostramos que nuestro cliente tenía en la actualidad una severa artritis reumatoide, tras su diagnóstico anterior de espondiloartritis (a lo que se sumaba un trastorno depresivo).

La confirmación llegó de la mano del médico forense, cuyo testimonio fue solicitado por la jueza. En su informe se hacía constar que las enfermedades de nuestro defendido “tienen carácter crónico, irreversible y con tendencia a la agravación”. Y se destacaba su “sintomatología depresiva con insomnio y dificultad en la concentración”.

A su vez, ponía de manifiesto que Iván estaba afectado de brotes y limitación funcional en la región lumbar, en la mano izquierda y en el pie derecho. Una consideración (la de brotes) que, sin embargo, fue desmontada en la resolución judicial.

Incapacidad Absoluta, no solo por brotes

Las conclusiones de la jueza fueron tajantes. En la sentencia, que se publicó con fecha 2 de febrero de 2021, la magistrada afirma que Iván “carece de capacidad residual para realizar cualquier profesión u oficio, por cuanto que tiene condicionada la actividad física sostenida de baja/media intensidad por sus limitaciones, que afectan al actor de forma constante y no únicamente durante los brotes inflamatorios característicos de esta enfermedad, tal y como se desprende del informe del médico forense”.

De este modo, la jueza amplía incluso el alcance del informe forense, razón por la que condenó al INSS a abonar una pensión de incapacidad absoluta a este camionero, del 100% de su base reguladora -más de 1.500 € al mes-. Y estipuló un cobro de atrasos desde febrero de 2019 (dos años de mensualidades no cobradas).

Lee la sentencia original aquí: