Rocío perdió a las dos personas que más quería. Por esta razón, sucumbió a un trastorno depresivo muy severo. Comenzó un tratamiento en el año 2011, y al no mejorar solicitó al INSS en 2018 una pensión de incapacidad permanente. Como en muchos otros casos, no se le concedió. Pero Rocío contactó con nuestro despacho y luchamos por ella ante la ley. Fue así como le conseguimos uno de los mayores grados de incapacidad: la incapacidad permanente absoluta. Te lo contamos.
El particular caso de Rocío
Esta trabajadora, de profesión dependienta de una cafetería, entró en una depresión grave tras el fallecimiento de su madre y de su hijo. Como comentábamos al principio de este artículo, y tras siete años sin curarse de su patología, solicitó por vía administrativa una incapacidad permanente. Sin embargo, la Seguridad Social consideró entonces que no merecía ningún tipo de prestación económica por incapacidad por su cuadro clínico.
Antes de ello no hubo uno sino dos informes del ICAM (Institut Català d'Avaluacions Mèdiques) donde se hacía constar la depresión de esta dependienta y sus complicaciones. En el primero de ellos se proponía la incapacidad permanente por depresión. Por el contrario -y curiosamente- en el segundo se afirmaba que era un trastorno adaptativo debido al duelo y al estrés familiar que no le provocaba limitaciones funcionales. En cualquier caso, y tras negativa del INSS, Rocío tramitó una reclamación previa, que fue igualmente desestimada.
Una depresión complicada
Nuestra cliente padece, según se puede leer en la propia sentencia que hoy comentamos, un “trastorno depresivo mayor recurrente grave refractario”. La causa principal es el fallecimiento de sus dos familiares más cercanos, pero también sufre una “pluripatología orgánica” -es decir, distintas patologías, en este caso físicas, que la limitan para sus quehaceres laborales y diarios-.
Llevamos por tanto su caso a juicio, que se celebró en el Juzgado de lo Social n° 31 de Barcelona. Allí, el juez valoró los informes médicos de diversos especialistas de la sanidad pública presentados por nuestros abogados, y no dudó en lo que tenía que hacer al respecto.
Sentencia de incapacidad absoluta
En 2019 se emitió la resolución judicial. Dando preferencia a la documentación presentada por nuestros letrados frente a los dictámenes del ICAM. El magistrado concluyó que la depresión que estaba siendo juzgada persistía y era resistente al tratamiento. Incluso puso de manifiesto que el equipo de evaluaciones médicas coincidió en un primer momento con el diagnóstico del psiquiatra de la demandante. Y solo cuando se solicitó un segundo dictamen, cambió de criterio.
Debido a todo ello, finalmente condenó al INSS a declarar a nuestra cliente como tributaria de una incapacidad permanente en grado de absoluta por enfermedad común. Con efectos, además, desde mayo de 2018. Rocío pudo al fin cobrar el 100% de su base reguladora mes a mes, junto al pago adicional en concepto de atrasos.
¿Quieres ver la sentencia original? La tienes disponible aquí: