Ferran trabajaba como oficial de artes gráficas y sufría migrañas desde los 28 años. Y en enero de 2018 no pudo más y solicitó una incapacidad permanente al INSS. Además, había sido intervenido quirúrgicamente por un cáncer de próstata, y también estaba afectado de lumbalgia. Pero este cuadro clínico no fue relevante para la Seguridad Social, que no le concedió ningún tipo de invalidez. Pero, de no tener nada, pasó a conseguir con nuestra ayuda uno de los grados más elevados de incapacidad. Así lo decidió un juez, y os lo contamos al detalle.
Reclamación denegada
El Tribunal Médico, en esencia, había afirmado que este oficial de artes gráficas que el tumor no había vuelto a aparecer, que el dolor derivado de su lumbalgia no le causaba impotencia funcional, y que sus migrañas no eran incapacitantes. Una valoración muy diferente a la de los especialistas médicos, cuyos informes aportamos después en el juicio.
Pero antes de acudir a nuestro despacho, Ferran efectuó una Reclamación Previa por vía administrativa, teniendo la esperanza de que el INSS cambiara de opinión. Pero no fue así, porque su ruego no fue tenido en cuenta. En aquel momento, el trabajador no se veía capaz de trabajar en ninguna profesión y se encontraba muy desamparado.
La verdad de las dolencias de Ferran
Ya ante el Juzgado de lo Social nº 02 de Barcelona, nuestros abogados presentaron pruebas que convencieron al magistrado que llevaba el caso. Alegamos que el demandante estaba siendo tratado en una clínica del dolor por síndrome facetario (lumbar), sin que mejorara su lumbalgia. Asimismo, acreditamos que tenía migrañas de muchas horas de duración acompañadas de náuseas, que se presentaban dos o incluso tres veces por semana. Y que, a su vez, le provocaban trastornos del lenguaje y fallos en el control muscular -en otras palabras, disfasia y ataxia-.
Asimismo, argumentamos que a todo ello se sumaba una condropatía rotuliana en grado IV (una enfermedad de la rodilla y genera dolor). Y que tenía que soportar este conjunto de dolencias día a día con una malla abdominal debido a sus antecedentes oncológicos.
Una profesión exigente
También solicitamos al juez que considerara que una profesión como la de las artes gráficas conlleva un requerimiento de carga biomecánica de intensidad media-alta en la columna cuando se manejan cargas, y/o cuando se permanece de pie durante largos espacios de tiempo.
La clave de la victoria: las migrañas intensas
El juez destaca en la sentencia que las fuertes migrañas de Ferran pueden durar hasta dos días seguidos. Y que, solamente por eso, ya es imposible que él pueda desarrollar cualquier clase de trabajo con un mínimo de rendimiento y eficacia. Señalando que el resto de afecciones también le impedirían llevar a cabo su profesión habitual.
Finalmente, en la resolución judicial -emitida en enero de 2020- se condena a la Seguridad Social a reconocer a este trabajador la incapacidad permanente absoluta. Con efectos desde enero de 2018. Dos años de atrasos que, de alguna manera, compensan económicamente a nuestro cliente por el largo camino que ha tenido que atravesar hasta lograr la invalidez que le correspondía.
Puedes leer tú mism@ la sentencia a continuación: