/2020/6%20-%20Junio/Incapacidad%20Absoluta%20a%20un%20pintor%20aut%C3%B3nomo%20por%20cardiopat%C3%ADa%20y%20desprendimiento%20de%20retina/featured.jpg?width=978&name=featured.jpg)
El 12 de febrero de 2020, poco antes de declararse el Estado de Alarma por Coronavirus en nuestro país, ganamos un juicio donde conseguimos otra incapacidad absoluta. El demandante en este caso era Lucio, un trabajador autónomo con la profesión habitual de pintor. Solo le habían concedido una incapacidad total cuando pidió la invalidez por vía administrativa, pero este grado no era suficiente para él y decidió reclamar ante la ley. Y ahora ya disfruta de una pensión de incapacidad absoluta para todo tipo de trabajo.
La baja médica y la Incapacidad Total
En octubre de 2017 Lucio comenzó un proceso de incapacidad temporal, y el propio INSS inició un expediente para declararle tributario de una invalidez. Pero no fue hasta un año después cuando obtuvo la incapacidad total para su profesión de pintor. Sin embargo, la larga espera no cumplió las expectativas de este autónomo, puesto que no estaba en condiciones de realizar ningún tipo de trabajo. Por este motivo, tramitó una reclamación previa que le fue desestimada.
El paso siguiente fue contactar con nuestro despacho de abogados para que pudiéramos solucionarle su problema. Y vimos que era viable una reclamación judicial debido a la gravedad y a la afectación de sus patologías.
Diferencias entre valoraciones
Lucio padece una cardiopatía hipertrófica en fase dilatada. Con fracción de eyección del ventrículo izquierdo del 35%. Por esta razón, no puede caminar más de quince minutos seguidos ni subir más de una planta por las escaleras. A esta dolencia se suma una hipertensión arterial de difícil control y, sobre todo, un desprendimiento de retina en el ojo izquierdo.
Sobre la patología ocular
El juez que llevó el caso en el Juzgado de lo Social n° 17 de Barcelona aclaró que, aunque esta última enfermedad había sido reflejada en el dictamen de la SGAM (Tribunal Médico en Cataluña), los detalles era erróneos. Porque la agudeza visual en el ojo afectado no es de 20/30 como allí se indicaba, sino de 0,06 como se observaba en los informes aportados por nuestros abogados.
Sobre su corazón
Paralelamente, el magistrado también corrigió al INSS respecto a las limitaciones para caminar y hacer esfuerzos que este organismo hizo constar en relación a su patología cardíaca. Se argumentaba que no estaban demostradas y solo eran “referencias del demandante”. Por el contrario, el juez puso de relevancia que las consecuencias de su patología están presentes en su diagnóstico, al que pudo acceder gracias a la documentación que nosotros presentamos.
Incapacidad Absoluta por cardiopatía
Pese a que el desprendimiento de retina fue tomado en cuenta por el juez, como señalábamos en el apartado anterior, la clave para ganar el juicio fue la cardiopatía, al provocar una limitación incluso para esfuerzos pequeños. En la sentencia se puede leer que “la patología cardíaca que se declara probada obliga a afirmar que el demandante no está en condiciones desempeñar ningún trabajo, aun de carácter sedentario, dado que la fracción de eyección del ventrículo izquierdo es muy baja (35%)”. Y se añade que “su capacidad de deambulación ni siquiera le permite cubrir los trayectos desde su domicilio al trabajo y viceversa”. Siendo su oficio, además, de pintor.
En esta parte de la resolución judicial se insiste en que el INSS no tenía razón al declarar que las limitaciones solo eran frente a trabajos de esfuerzo físico. Y se recuerda que “la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha venido considerando tributarios del grado de incapacidad permanente absoluta a aquellos pacientes afectos de cardiopatía cuya fracción de eyección es inferior al 40%”.
Nuestro cliente obtuvo así la incapacidad absoluta que tanto anhelaba, y cobra desde el 13 de febrero -¡la sentencia se emitió sólo un día después de la vista!- una prestación del 100% de su base reguladora.
