Este caso, que llevamos conjuntamente desde nuestra sedes de Madrid y Barcelona, es una historia triste pero que finalmente se ha saldado con el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente que ayudará a nuestro cliente a mejorar su calidad de vida. Santiago acudió a nosotros porque el INSS solo le concedía la incapacidad total para su trabajo de tornero, pero debido a su trastorno mental crónico necesitaba la absoluta, que ahora ha logrado.
Un grado de incapacidad insuficiente
Santiago es un hombre divorciado con dos hijas, a quienes solo puede visitar en un punto de encuentro fijado por orden judicial. Antes trabajaba como tornero de piezas de metal, pero en el momento del juicio estaba desempleado. En 2021, tras solicitar la incapacidad a la Seguridad Social, le asignaron el grado de total, con el que cobraba el 55% de su base reguladora, ya que la entidad pública consideró que podía ejercer otro tipo de empleos.
Sin embargo, su estado de salud le impedía estar activo en el mercado laboral de una forma normalizada, a causa de desequilibrios que podían representar un peligro para su integridad física y la de terceros.
Trastorno psicótico crónico
Como sus representantes legales, en la vista que se celebró en el Juzgado de lo Social nº 6 de Madrid presentamos pruebas que corroboraban que nuestro cliente había tenido que ser ingresado en urgencias en numerosas ocasiones por episodios de descompensación psicopatológicas. Su enfermedad, además, le obligaba a hacer un seguimiento por parte de un centro de salud mental.
En concreto, Santiago padece un trastorno psicótico crónico del que no tiene plena conciencia, con delirios, “tintes paranoides” y alucinaciones, y con tendencia a “conductas bizarras respecto a los electrodomésticos”. Por ejemplo, sufre una “sensación de nudo en la garganta, de sudores fríos, de lipotimia” si no apaga el wifi por las noches. Y se obsesiona con desenchufar cables, bajar los plomos, apagar el diferencial, etc. Como valor añadido, entre otras dolencias que también le perjudican, a veces experimenta caídas espontáneas de origen desconocido.
Certificado de discapacidad
Sumamos también a nuestras alegaciones que el demandante tenía reconocida una discapacidad del 40% por trastorno mental de psicosis, “que ha empeorado en el último año”.
Incapacidad Absoluta con atrasos
La jueza, una vez analizado el caso, afirmó en su sentencia que “ha quedado documental y pericialmente acreditado que la patología psiquiátrica del actor es de carácter crónico, impidiéndole el desempeño de cualquier actividad reglada con el mínimo de dedicación, continuidad y eficacia”. En consecuencia, declaró que Santiago tenía derecho a una incapacidad absoluta del 100% de su base reguladora. Incluso condenó al INSS a abonarle atrasos desde 2020, fecha en la que le otorgaron la incapacidad total.
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