¿Qué es la Prejubilación y cómo se paga al trabajador?
¿Qué es la prejubilación en España? La prejubilación es ajena al sistema de Seguridad Social. En realidad, es un acuerdo tácito entre empresa y trabajador. La prejubilación es una vía para que un empleado que tiene una edad relativamente cercana a la edad legal de jubilación pueda retirarse a cargo de la empresa, bajo las condiciones que esta imponga. Nada tiene que ver aquí que el ciudadano tenga o no planes de pensiones.
En un acuerdo de prejubilación se extingue el contrato de trabajo, y el trabajador prejubilado pasa a ser oficialmente desempleado con derecho a la prestación por desempleo -si cumple los requisitos para ello-. Se trata, en esencia, de un despido. Lo positivo para el afectado es que, además de percibir lo que le corresponde de paro en caso de haberlo generado, podrá cobrar un porcentaje de su salario habitual. Esto normalmente se articula mediante la emisión de pólizas de seguro, de manera que el abono de las cantidades se suele ejecutar a través de una aseguradora.
En consecuencia, tras la prejubilación, la persona puede llegar a tener ingresos del SEPE (es decir, del paro o tras solicitar el subsidio por desempleo) y de su empresa, ¡a la vez! De esta forma, se puede disfrutar de una renta bastante atractiva hasta la edad de jubilación. Y es un sistema poco traumático de desvinculación laboral.
¿Qué se necesita para prejubilarse?
No hay unos requisitos legales específicos para acogerse a una prejubilación. Recordemos que la normativa de la Seguridad Social no contempla este tipo de retiro. Como señalábamos antes, las condiciones las pone el empresario.
Pero normalmente, si se ofrece, suele ser a trabajadores mayores de 55 años, de media. Esos son los casos más comunes de prejubilación. Porque a esa edad no es posible aún solicitar la jubilación anticipada voluntaria del INSS, a no ser, por ejemplo, que se tenga un 65% de discapacidad y se acumule un cierto periodo de cotización con la discapacidad reconocida.
¿Quién tiene derecho a la prejubilación?
La empresa es la que escoge a quienes quiere ofrecer esta salida digna del mercado laboral. Es un acuerdo privado entre las dos partes. Pero, habitualmente, quienes más a menudo tienen derecho a la prejubilación son los empleados con más antigüedad y/o más edad.
Sin embargo, a veces esta oferta abarca a un gran número de trabajadores, por ejemplo si se declara un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). En dichos casos, la prejubilación no es individual y pactada sino forzosa y colectiva para los implicados en el ERE. No obstante, los criterios de selección ante un ERE también competen al empresario. Y el único colectivo que tiene prioridad para no ser despedido es el de los representantes legales del personal.
¿Cómo funcionan las prejubilaciones?
Formalmente, el funcionamiento de la prejubilación se basa en la firma de un convenio entre empresario y trabajador. En él se establecen las condiciones de este despido especial. Tras el acuerdo, la empresa continúa cotizando a la Seguridad Social por el trabajador prejubilado. O, en su lugar, paga una cantidad al trabajador que obliga a que este suscriba a un convenio especial para cotizar.
Esto se suele hacer hasta que el prejubilado alcanza su edad de jubilación, ordinaria o anticipada, según se tenga derecho y las preferencias de cada uno. La solución más común para ello es que la empresa suscriba un convenio especial con la Seguridad Social a nombre del ex empleado (no planes de pensiones).
Asimismo, sumado a esta cotización, la compañía a veces ofrece otros beneficios adicionales.
Por su parte, la empresa cuenta con la ventaja de ir renovando su plantilla y formando a las nuevas incorporaciones. Al mismo tiempo, ahorra costes, ya que la retribución que se da al prejubilado casi siempre es inferior a la que este tenía asignada estando contratado.
Estamos, en definitiva, ante una costumbre extendida desde hace décadas en nuestra economía, y gracias a él las grandes compañías -sobre todo- pueden adecuar sus plantillas a las necesidades de reestructuración de su sector.
¿Qué voy a cobrar si me prejubilo?
La cuantía del “sueldo” de un trabajador prejubilado, por lo general, se sitúa entre el 60 y el 80% de la remuneración que tenía cuando estaba activo, aunque también puede llegar al 100%.
A esto hay que añadir el dinero que el perceptor de la prejubilación recibe de su prestación por desempleo, como hemos indicado líneas arriba. A no ser que no tenga derecho a ella, como también hemos comentado. En este último caso, o cuando agote el paro contributivo, tendrá la opción de solicitar el subsidio por desempleo al que pueda acogerse, entre las diferentes alternativas de las que dispone el SEPE.
Después, cuando se cumple la edad de jubilación, cesan ambos pagos y el INSS ingresa la pensión de jubilación. Y así termina lo que es la prejubilación en España: un periodo de transición entre la vida laboral activa y el posterior retiro a la edad legal de jubilación.
Diferencias entre prejubilación y jubilación anticipada
La jubilación anticipada voluntaria, a diferencia de la prejubilación, es una pensión contributiva de la Seguridad Social. Y es dicho organismo público quien la abona, no la empresa. El objetivo es que el ex trabajador pueda jubilarse dos años antes de la edad legal de jubilación ordinaria que le correspondería según la normativa (aunque estuviera previamente prejubilado). Pero para poder hacerlo es necesario acreditar 35 años cotizados, y que dos de ellos estén comprendidos en los últimos 15. Una vez se coge la jubilación anticipada, finaliza el acuerdo de prejubilación con el empresario, y se entra a formar parte del sistema público de pensiones.
Otro aspecto que distingue los términos de prejubilación y jubilación anticipada es que la segunda no es compatible con la prestación por desempleo. Y tampoco con el hecho de solicitar el subsidio por desempleo. En contrapartida, sí es compaginable con los planes de pensiones privados.
Por último, no hay que olvidar que la prejubilación no es una decisión unilateral de la persona contratada, sino que siempre debe haber conformidad por parte de la empresa, que nunca estará obligada. Por el contrario, la Seguridad Social no puede negarse a una jubilación anticipada si el interesado encaja en las condiciones que se exigen para percibirla.
¿Cómo acordar con la empresa una prejubilación?
El ofrecimiento de prejubilación proviene siempre de la empresa, no al contrario. No es una oferta que, salvo excepciones, haga el trabajador. Esto no quiere decir que no haya posibilidad de negociación, por ejemplo para luchar por el porcentaje más alto posible respecto al salario actual.
Encontrar abogado laboralista
No obstante, una vez se conocen las cláusulas del acuerdo o convenio, es recomendable que las supervise un abogado especialista en Derecho Laboral. Al encontrar un abogado laboralista que lo haga, se puede estar más seguro de que todo se ha realizado correctamente.
Casos más comunes de prejubilación
Conclusión
Si has leído este artículo, ya sabes qué es la prejubilación en España. Y que los gigantes empresariales son los que más suelen utilizar esta fórmula. En este sentido, los casos más comunes de prejubilación se encuentran en sectores como la banca, la siderurgia, la minería o la construcción naval, entre otros. Pero las medianas empresas también pueden poner en marcha este procedimiento si así lo pactan con el afectado o afectados. En cualquier caso, recuerda que un especialista en Derecho Laboral puede estudiar previamente tu prejubilación, de cara a asegurar las máximas garantías para ambas partes.
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