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Gran Invalidez para una limpiadora con parálisis que no puede caminar sin ayuda

Gran Invalidez para una limpiadora con parálisis que no puede caminar sin ayuda

featuredLa enfermedad degenerativa de Concepción era, para el INSS, compatible con cualquier trabajo distinto al de limpiadora. Y por eso le concedió solamente la incapacidad total para su empleo habitual. Pero cuando esta trabajadora acudió a nuestras oficinas para que estudiáramos su caso, vimos que merecía, no uno, sino dos grados más de incapacidad: la gran invalidez. Después llevamos el caso ante el Juzgado de lo Social nº 25 de Madrid y ganamos.

Una resolución que se quedó muy corta

Fue en 2020 cuando la Seguridad Social reconoció a Concepción una incapacidad total del 55% de su base reguladora, lo que solo la protegía económicamente por no poder llevar a cabo su oficio de limpiadora. Pero ya entonces ella tenía informes médicos que atestiguaban que su patología, una paraparesia espástica progresiva, había ido “a peor a pesar del tratamiento”. Dicha dolencia implica una parálisis del sistema nervioso que provoca problemas de movimiento muy graves.

Con dichas pruebas, tramitó una Reclamación Previa por vía administrativa para que le aumentaran el grado de incapacidad. Pero la respuesta del INSS fue negativa.

Los informes de neurología

En el juicio presentamos los informes mencionados, entre otros. Y dejamos claro que nuestra cliente acusaba una importante “torpeza motora en manos, con trastorno de la marcha y alteración en la articulación del lenguaje”. E hicimos constar que solo podía caminar -sin caerse- con andador. O, en su defecto, con bastón y apoyada en las paredes. O ayudada de su marido, pero sin dejar el bastón. Por tanto, precisando de un doble apoyo.

Por tanto, alegamos que era dependiente de terceras personas para llevar a cabo las actividades de la vida diaria, y que por ello le correspondía una gran invalidez.

100% y complemento de más de 600 €

La magistrada del Juzgado de lo Social nº 25 de Madrid estimó finalmente nuestra demanda, reconociendo la situación de gran invalidez. En consecuencia, condenó al INSS a abonar a nuestra defendida una pensión de incapacidad permanente mensual del 100% de su base reguladora más el complemento de Gran invalidez, que consistía en 643,24 €.

Lee o descárgate la resolución judicial aquí:

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