No recibió a tiempo la notificación para pasar el Tribunal Médico. Y, al no asistir, la Seguridad Social rápidamente le denegó su solicitud de Incapacidad Permanente. Así comenzó la lucha de Ada, que no terminó hasta que contactó con nosotros y nos enfrentamos al INSS ante los tribunales. De esta manera, al fin ha conseguido una pensión de incapacidad total. Su enfermedad, la fibromialgia, unida a la depresión, ha sido la causa principal.
Falta de asistencia
Ada, de profesión barnizadora de muebles en una fábrica, solicitó al INSS en 2018 que la valoraran para una pensión de incapacidad. La sorpresa fue que en diciembre le llegó una comunicación que afirmaba que la Seguridad Social no podía “pronunciarse sobre la existencia de incapacidad permanente en ninguno de los grados legalmente previstos por falta de elementos de juicio, ya que no compareció al reconocimiento médico de la SGAM”.
Ella entonces tramitó una Reclamación Previa argumentando que recibió la citación médica con posterioridad al día de la visita, y pidiendo una nueva visita al Tribunal Médico. Tras dicha gestión, fue convocada de nuevo y finalmente la SGAM emitió un dictamen que reflejaba “Fibromialgia sin disfunción articular. Trastorno adaptativo leve. Secuelas de fractura en la mano izquierda (no dominante) hace muchos años (anterior a la vida laboral)”. Y al ser este el diagnóstico, se le volvió a negar la prestación en marzo de 2019.
Sucedido esto, Ada no podía volver a reclamar por vía administrativa, ya que agotó esta posibilidad tras utilizar la Reclamación Previa para exigir que el Tribunal Médico la volviera a llamar para estudiar su caso.
Fibromialgia severa en grado III
Después de que nuestra demanda recayera en el Juzgado de lo Social nº 13 de Barcelona, el juicio se celebró en julio de 2020. Allí presentamos informes médicos que revelaban que las patologías de nuestra cliente revestían una gravedad que no se había hecho constar en el informe de la SGAM:
- Fibromialgia severa en grado III y fatiga crónica, con dolor crónico generalizado y astenia intensa.
- Síndrome depresivo grave con empeoramiento y mal pronóstico, debido a su fibromialgia.
- Secuelas de fractura consistentes en limitación a la flexo-extensión, provocando dolor de moderado a grave.
Conclusiones del magistrado
El juez constata en la sentencia, la cual tiene fecha de 24 de julio de 2020, que “se trata de enfermedades crónicas que determinan que la realización de las tareas por la actora resulten muy dificultosas por el dolor y astenia que presenta”. Añadiendo que “la profesión de barnizadora comporta una serie de exigencias físicas que la hacen del todo incompatibles con este cuadro patológico”.
En esta línea, el magistrado concluye en la resolución judicial que “en suma, el conjunto de las patologías determina que la actora sea tributaria de un grado de Incapacidad Permanente Total para el ejercicio de su profesión habitual”. En consecuencia, Ada cobra ahora una pensión del 55% de su base reguladora. Además, los efectos económicos se fijaron a partir de marzo de 2019, lo que significa que la trabajadora tiene derecho a recibir atrasos por valor de, aproximadamente, 16 mensualidades.
Puedes visualizar o incluso descargar esta sentencia aquí: