A Rafael le reconocieron una pensión de incapacidad permanente total para su profesión de vigilante de prisiones. Pero encontró un trabajo compatible con su prestación en Renfe, como operario. Sin embargo, sus limitaciones para trabajar aumentaron a causa, sobre todo, de su pérdida de visión. Y fue entonces cuando nos llamó para reclamar la absoluta.
Dictámenes del tribunal médico
En enero de 2021, este pensionista y trabajador ferroviario solicitó una revisión de grado y tuvo visita en la SGAM, el tribunal médico de Barcelona. Los inspectores hicieron constar que Rafael estaba afectado de un trastorno ansioso depresivo, y que tras un desprendimiento de retina y un diagnóstico de glaucoma su agudeza visual era de 0.1 en el ojo derecho y de 0.4 en el izquierdo. Pero señalaron, a su vez, que se encontraba en “en tratamiento psicofarmacológico y pendiente de evolución”.
Debido a esta conclusión, el INSS resolvió no aumentar su grado de incapacidad, lo que le fue comunicado en febrero de 2021. No obstante, en un nuevo informe de la SGAM emitido ya en 2022 -solo unas semanas antes del juicio- se reflejaba que la pérdida de visión se había agudizado. En concreto, se señalaba que la agudeza visual se había reducido a 0.05 en el ojo derecho y a 0.15 en el izquierdo. Y se añadía que el pensionista padecía un deterioro cognitivo moderado de tipo amnésico.
El INSS no daba su brazo a torcer
En el acto judicial, que se celebró en el Juzgado de lo Social nº 25 de Barcelona, el INSS se opuso a la demanda alegando que Rafael en ese momento no presentaba limitaciones funcionales. ¡Pese a lo que se afirmaba en el último dictamen del tribunal médico de Barcelona!
El juez, por el contrario, no estaba de acuerdo con la tesis de la Seguridad Social, y resaltó que había quedado probado el empeoramiento del glaucoma.
Incapacidad absoluta de 1.800 €
El magistrado, tras examinar todas las pruebas, concluyó que nuestro cliente debía ser tributario de una incapacidad permanente absoluta por sus niveles de pérdida de agudeza visual.
El significado práctico de las cifras a las que antes hemos hecho referencia se traducen, tal como explica el juez en la sentencia, es que este operario de Renfe prácticamente no ve por un ojo y en el otro registra una visión "claramente reducida". Por ello, ahora, en lugar de una incapacidad total del 55%, cobra una pensión del 100% de su base reguladora de 1.856,36 € al mes, tras la resolución judicial.
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