Incapacidad permanente por Asma profesional
Para que se otorgue una incapacidad permanente por asma profesional es más decisivo el origen del asma o de la alergia que la gravedad de la patología. Por ejemplo, un panadero que desencadena asma por contacto con la harina, no va a poder seguir trabajando en una panadería porque el manejo de este ingrediente es continuo y perjudicial para su salud.
De manera que si existen pruebas que demuestran una alergia concreta, ya se podría obtener una invalidez por asma profesional -que como su propio nombre indica, es consecuencia de la actividad laboral-.
Índice de contenidos
Criterios para Incapacidad Permanente por Asma profesional
Incapacidad Permanente Parcial
Si un trabajador no puede estar en contacto con una determinada sustancia pero puede seguir ejerciendo su profesión sin tocar o inhalar ese material en concreto, podría lograr una indemnización por incapacidad permanente parcial debido a su asma profesional.
Muestra de ello sería la de un químico que tiene alergia a un elemento pero que no tiene que manipularlo diariamente.
Ni siquiera en toda su jornada laboral, de modo que puede seguir trabajando con otros productos o en otra área dentro de la misma empresa.
Incapacidad Permanente Total
La incapacidad permanente total es el grado más frecuente de invalidez por asma profesional.
Basta confirmar la alergia y el asma ante una sustancia específica, y que el empleado trabaja diariamente con ella (o es la base de su principal ocupación).
Grados de discapacidad por
Asma profesional
Los criterios para la discapacidad por asma profesional están recogidos en el RD 1971/1999, capítulo 4: Aparato respiratorio.
Únicamente serán objeto de valoración quienes padezcan enfermedades crónicas consideradas no recuperables, con un curso clínico no inferior a seis meses desde el diagnóstico e inicio del tratamiento.
Y si la afección respiratoria forma parte de una entidad patológica con manifestaciones en otros órganos y sistemas, se combinarán los porcentajes de discapacidad correspondientes a las partes afectadas.
Este capítulo habla concretamente del asma, aunque no diferencia el de tipo profesional.
Aquí la valoración de la función ventilatoria, si el asma es crónico, se efectuará después de la administración de fármacos broncodilatadores.
En dichos casos, la evaluación se hará una vez eliminado el factor desencadenante, siempre que sea posible.
Pudiendo darse dos situaciones:
- Si se sufren episodios de agudización cada dos meses -o con una media de seis al año-, que requieran tratamiento hospitalario de al menos 24 horas, el porcentaje de discapacidad de será del 33%.
- En contrapartida, si su situación basal está incluida en la denominada clase 3 (FVC entre 59 y 51%, o METS entre 3 y 7) se asignará como mínimo un porcentaje de discapacidad del 60%.
