Ejemplos de incapacidad laboral y trámites para solicitarla

¿Quién tiene derecho a una incapacidad laboral?

Tienen derecho a una pensión de incapacidad laboral permanente aquellas personas que, debido a una enfermedad o lesión, presenten reducciones significativas en su capacidad laboral pese a recibir el tratamiento médico adecuado. Pero estas secuelas, deben ser lo suficientemente graves como para limitar o anular la capacidad de trabajar. 

Las lesiones han de ser, en principio, irreversibles -que no puedan tratarse médicamente o mediante cirugía (a no ser que un especialista no recomiende la intervención)- . Pero, además, deben calificarse como previsiblemente permanentes o, en su lugar, que la posibilidad de recuperación sea incierta o a muy largo plazo según la evaluación médica.

En cuanto a las causas o, en términos legales, contingencias, una incapacidad laboral puede derivarse de una enfermedad común o accidente no laboral, o relacionarse con una enfermedad profesional o accidente de trabajo.

Tipos de incapacidad laboral

Existen varios grados de incapacidad laboral que se determinan según el porcentaje de reducción de la capacidad de trabajo de la persona afectada. 

- Incapacidad permanente parcial para la profesión habitual (IPP): indemnización única de 24 mensualidades de la base reguladora. No impide trabajar en la misma ocupación.

- Incapacidad permanente total para la profesión habitual (IPT): pensión mensual del 55% de la base reguladora. Se puede trabajar en empleos con tareas diferentes.

- Incapacidad permanente absoluta para todo trabajo (IPA): pensión mensual del 100% de la base reguladora.

- Gran invalidez (GI): pensión mensual del 100% de la base reguladora más un complemento económico por necesitar ayuda de terceros en las tareas más básicas de la vida diaria.

La incapacidad laboral absoluta y la gran invalidez se pueden llegar a compatibilizar con un empleo, pero solo si este es protegido o está muy adaptado a las condiciones de salud del pensionista.

Tabla de baremos de incapacidad laboral

La determinación del grado adecuado para cada trabajador, entre los diferentes tipos de incapacidad laboral, se basa en varias circunstancias interrelacionadas:

1. Los efectos en el trabajo: se evalúa cómo las secuelas afectan la capacidad laboral del individuo, teniendo en cuenta el tipo de profesión que realiza. 

2. El conjunto de dolencias: se considera la influencia del conjunto de afecciones, teniendo en cuenta tanto las lesiones anteriores como las nuevas.

3. Posibilidad de corrección: si existe alguna ayuda externa, como el uso de gafas, que mejore la capacidad para desempeñar un trabajo.

4. Criterios orientativos: se pueden utilizar criterios del antiguo Reglamento de Accidentes de Trabajo como referencia histórica.

Ejemplos de incapacidad laboral

Ejemplos de patologías físicas

Incapacidad laboral por artrosis

¿La artrosis de las manos da la incapacidad laboral? ¿Y la artrosis cervical? ¿Y se podría lograr una incapacidad laboral por artrosis de rodillas? Pues todo ello puede ser factible, pero siempre dependerá de cómo la artrosis o sus secuelas afecten al trabajador en concreto que la padece. Y este concepto es extensible al resto de ejemplos de incapacidad laboral que vamos a exponer a continuación.

Además, la incapacidad permanente por artrosis también depende de las articulaciones o áreas del cuerpo donde se presente: como las manos, muñecas, codos, cadera, rodillas, pies, tobillos, hombros o columna vertebral (discartrosis). Por tanto, es esencial evaluar las circunstancias específicas de la enfermedad.

Pero lo más importante es si la patología limita o no para la profesión habitual del ciudadano, o si le invalida para todas. Por ejemplo, un taxista con artrosis grave en las manos podría conseguir una pensión de incapacidad total para trabajos de conducción o de manualidad, pero es posible que pudiera desarrollar otra clase de empleo. En consecuencia, podría ser complicado que le asignaran una absoluta.

• Aquí puedes consultar una sentencia real, favorable, de incapacidad laboral por artrosis.

Incapacidad por espondilosis

El término espondilosis se utiliza para describir cualquier degeneración en la columna vertebral. Por tanto, la espondilosis lumbar puede conllevar una incapacidad laboral, al igual que la espondilosis cervical. Pero, de nuevo, hay que atender a las labores concretas que la persona lleve a cabo en su empresa. 

Por ejemplo, un vigilante de seguridad podría obtener una incapacidad permanente por espondilosis lumbar, ya que debe estar toda su jornada de pie.

• Te invitamos a leer esta sentencia de incapacidad permanente por espondilosis.

Ejemplos de patologías psiquiátricas

Incapacidad por depresión

Una depresión también puede desembocar en una incapacidad laboral permanente, sobre todo si hablamos de depresión mayor, donde la jurisprudencia insiste que en ese estado se debe reconocer la incapacidad absoluta. 

En anteriores epígrafes hemos aportado ejemplos de profesiones concretas. Pero, por el contrario, si se trata de una depresión mayor, se podría afirmar que es indiferente la ocupación que se esté ejerciendo.

• En este link puedes acceder a una resolución judicial de incapacidad por depresión. 

Incapacidad por TOC

El trastorno obsesivo compulsivo puede ser motivo de incapacidad permanente si se detecta un deterioro cognitivo moderado o severo, entre otros valores. La clave es que si el TOC provoca que el trabajador no esté en condiciones de realizar una actividad laboral normalizada.

Como ejemplo, podríamos imaginar aquí a un alto directivo de banca con TOC, que sufre altos niveles de estrés y tiene una alta responsabilidad de cara a terceros. Por tanto, en este supuesto, es probable que se pudiera otorgar una incapacidad laboral.

• Te facilitamos otra sentencia real, en esta ocasión por TOC.

Incapacidad por esquizofrenia

Obtener una prestación por incapacidad permanente debido a la esquizofrenia es una opción para aquellos que enfrentan esta enfermedad de forma crónica. Sin embargo, es necesario que se acredite que se han agotado las opciones terapéuticas disponibles para su tratamiento.

• En este enlace encontrarás una resolución de incapacidad por esquizofrenia.

En este apartado hemos escogido solamente algunas enfermedades como ejemplo, casi aleatoriamente, pero precisamente porque es importante tener en cuenta que TODA dolencia puede llegar a ser incapacitante. Aquí tienes una lista más completa de patologías que, frecuentemente, son motivo de incapacidad laboral.

Trámites para incapacidad laboral

La solicitud de incapacidad laboral permanente se puede realizar de varias formas. Puedes hacerlo de manera presencial con cita previa, por correo postal o a través de Internet.

Si optas por la vía online, sigue los pasos que te exponemos a continuación.

Cómo solicitar incapacidad laboral

1. Accede a la Sede Electrónica de la Seguridad Social.

2. En la sección destinada a los ciudadanos, busca la opción "Pensiones" (ubicada en la tercera columna del recuadro azul).

3. En la lista de opciones que se despliega, selecciona "Prestación de incapacidad permanente nacional" (número 31).

4. A continuación, haz clic en el símbolo "+" y luego en el botón "Obtener acceso" en color naranja.

5. El sistema te llevará a la pantalla de identificación, donde podrás elegir entre usar Cl@ve permanente, DNI electrónico o certificado digital.

6. Luego, llegarás al formulario de registro, donde deberás completar tus datos de contacto y la provincia. También tienes un espacio para agregar observaciones, si es necesario.

Después de seguir estos pasos, deberás adjuntar diversos documentos, incluyendo el formulario de solicitud de incapacidad permanente, que puedes descargar en formato PDF desde la misma plataforma. Una vez completado, adjunta el formulario y envíalo desde la Sede Electrónica.

¿Y qué pasa después?

Tras tu solicitud de incapacidad laboral, tendrás que pasar por la evaluación del tribunal médico de la Seguridad Social (EVI), o del SGAM en Cataluña. Allí, los inspectores examinarán tu caso y quedará pendiente la emisión de un dictamen-propuesta de incapacidad laboral, que desde este tribunal se dirige a la Dirección Provincial del INSS que corresponda.

El director provincial del INSS, teniendo en consideración la opinión de la inspección médica, decidirá después si denegar tu petición o aprobarla. En este último caso, en la resolución se indicará el grado de incapacidad laboral reconocido. Recordemos aquí los tipos de incapacidad laboral que existen: incapacidad parcial, total, incapacidad laboral absoluta o gran invalidez. 

En contrapartida, si tras solicitar la incapacidad laboral desestiman tu petición, puedes presentar una Reclamación Previa a la Seguridad Social. Si bien este trámite no suele acabar en una resolución favorable para el ciudadano, es un paso obligatorio antes de proceder a interponer una demanda judicial. En este sentido, un abogado de incapacidad laboral, especialista en la materia, es una figura clave en un juicio de incapacidad. Por ello, elige preferentemente a un letrado especializado en Derecho Laboral y de la Seguridad Social. 

La importancia de las retribuciones dinerarias por incapacidad laboral

Conclusión

Ahora que ya conoces qué es la incapacidad laboral, es importante que reflexiones sobre las consecuencias positivas de esta clase de prestación. Porque cobrar una pensión por incapacidad es más que simplemente recibir dinero; es una fuente vital de apoyo para quienes enfrentan desafíos de salud que limitan su capacidad para trabajar. Esta prestación no solo ayuda a cubrir las necesidades básicas, como alimentos y vivienda, sino que también brinda un sentido de seguridad financiera y bienestar emocional a quienes la reciben. Además, ofrece una forma de mantener la independencia, la dignidad y la participación en la sociedad.