/2023/5%20-%20Mayo/Incapacidad%20Absoluta%20a%20un%20vigilante%20de%20parking%20por%20la%20enfermedad%20de%20Charcot-Marie-Tooth/incapacidad-absoluta-a-vigilante-de-parking-por-la-enfermedad-de-charcot-marie-tooth.webp?width=978&height=403&name=incapacidad-absoluta-a-vigilante-de-parking-por-la-enfermedad-de-charcot-marie-tooth.webp)
La patología de Charcot-Marie-Tooth es una neuropatía hereditaria que provoca que los músculos de las piernas se debiliten hasta llegar a atrofiarse. Esto era lo que le ocurría a Andrés, un vigilante de parking a quien la Seguridad Social solo le había reconocido una incapacidad total para su trabajo habitual, cuando en realidad necesitaba la absoluta. Las pruebas que aportamos en el juicio no dejaron lugar a dudas de ello, ya que nuestro cliente tenía muchas dificultades para caminar e, incluso, necesitaba bastón.
Solicitud de incapacidad
Este trabajador solicitó la incapacidad permanente al INSS a finales de 2020, y en abril de 2021 le concedieron una incapacidad en grado de total. Este tipo de pensión protege económicamente por no poder realizar la profesión habitual, pero sí otras. Sin embargo, Andrés estaba incapacitado para cualquier tipo de trabajo.
El propio tribunal médico había dejado constancia de que el solicitante padecía "una enfermedad para la que no existe tratamiento y de carácter progresivo, no siendo esperable una mejoría funcional". En términos médicos, su afección era una "polineuropatía mixta axonal de probable causa hereditaria o neuropatía hereditaria sensitivo motora (NHSM), también conocida como enfermedad de Charcot-Marie-Tooth".
Limitaciones físicas y psíquicas
El juicio para reclamar la absoluta de este vigilante de parking se celebró en el Juzgado de lo Social nº 7 de Barcelona. Allí presentamos informes médicos y periciales que acreditaban que nuestro defendido sufría pérdida de fuerza en las extremidades, atrofia muscular, pies cavos -con deformidad-, ausencia de sensibilidad, marcha basculante (caminaba "haciendo eses" y se caía al suelo, por lo que necesitaba usar bastón), dificultad para estar en pie, imposibilidad para levantarse de la silla sin ayuda y lumbalgia crónica.
A este invalidante cuadro clínico se sumaba una atrofia del nervio óptico, que generaba "una marcada disminución de la agudeza visual". Y, en la esfera neurológica, presentaba" secuelas de una anoxia perinatal, con retraso cognitivo que le impide el aprendizaje y la realización de las tareas cognitivas elementales".
La anoxia perinatal es una deficiencia en la respiración que presenta un bebé durante el proceso del parto, y que puede causar perjuicios en la salud a largo plazo.
52% de discapacidad
A causa de las enfermedades que hemos enumerado, el demandante tenía asignado un grado de discapacidad del 52% desde 2017. Y si bien la discapacidad como tal no implica que el INSS otorgue una incapacidad permanente, cuando el porcentaje es alto, como en este caso, este tipo de certificado puede ayudar a que haya una sentencia favorable.
Incapacidad Absoluta de casi 2.000 € mensuales
El juez afirmó finalmente en su sentencia que el trabajador se encontraba "impedido para la realización de cualquier actividad laboral, por liviana o sedentaria que sea, en atención a las importantes reducciones funcionales que padece en la esfera física, agravadas por el retraso cognitivo que también presenta".
Por ello, condenó a la Seguridad Social a aumentar su grado de incapacidad, declarando a Andrés tributario de una incapacidad permanente absoluta del 100% de su base reguladora, que ascendía a 1.990,42 €.
Puedes leer o descargar la resolución judicial a continuación:
