¿Qué es la prejubilación y cuánto voy a cobrar?
Aunque a veces la prejubilación se confunde con la jubilación anticipada voluntaria, se trata de conceptos muy diferenciados. Si bien tienen en común el hecho de jubilarse antes de la edad ordinaria, la prejubilación es el resultado de un acuerdo privado con el empresario, mientras que la jubilación anticipada es un tipo de retiro que ofrece la Seguridad Social -y al que solo se puede acceder con 35 años cotizados, como mínimo-.
Por este motivo, la pregunta “cuánto cobra un prejubilado” no tiene una única respuesta; siempre depende de lo que se haya acordado con la empresa que haya ofertado la prejubilación. En ese sentido, habría tantos tipos de prejubilaciones como casos particulares. Además, a lo que abona la empresa se tienen que sumar los ingresos por desempleo, a los que también se tendrá derecho.
En contraposición, en la jubilación anticipada voluntaria sí existen unos coeficientes reductores que afectan por igual a todos los trabajadores. No obstante, estos coeficientes son porcentajes y, cuando se aplican en forma de descuento, la cifra final a restar cambia según el importe de la pensión de cada persona.

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¿Cómo funciona la prejubilación?
La prejubilación es una opción que pueden proponer las empresas a los miembros de su plantilla, sobre a los que ya han cumplido 55 años, aproximadamente (no hay una edad fija). Consiste en extinguir su contrato de trabajo, es decir, emitir un despido. De ese modo, el prejubilado puede cobrar el paro contributivo, que será “una parte” de su prejubilación.
Por tanto, la nómina del SEPE no es lo único que se cobra; a ese ingreso se añade lo que paga el empresario al exempleado por la prejubilación. Dicho importe, sin embargo, suele proceder de una aseguradora, ya que la empresa suele tener contratada una póliza para las prejubilaciones.
¿Y cómo funciona la prejubilación en lo que respecta a la cotización? En este aspecto, el contratador sigue cotizando por el prejubilado. Y lo hace asumiendo los gastos que supone suscribir al extrabajador a un ‘convenio especial’ de la Seguridad Social, que permite cotizar sin estar en activo. Esa cotización, en consecuencia, le servirá a la persona despedida para el cálculo de su jubilación pública, llegado ese momento.
¿Cómo se regulan las prejubilaciones?
La prejubilación se formaliza mediante un convenio, que firman ambas partes. Pero se trata de un convenio privado, y no se registra en el INSS. En España no hay una ley concreta que regule la prejubilación oficialmente. Asimismo, el mencionado convenio no tiene relación alguna con los convenios especiales de la Seguridad Social. Es únicamente un documento donde se acuerda la prejubilación, de forma particular entre empresa y trabajador.
Por este motivo, no es necesario haber cotizado un determinado número de años para acceder a la prejubilación, como sí ocurre si se quiere disfrutar de la jubilación anticipada que contempla la Seguridad Social. En definitiva, la prejubilación no es una modalidad de jubilación anticipada de la entidad pública.
¿Cuánto cobraré por la prejubilación?
A lo que al prejubilado le corresponda por prestación de desempleo se suma el “sueldo” que desembolsa la empresa cada mes. Dicha remuneración, cuya naturaleza es de compensación, suele ser de entre el 60 y el 80% de lo que ganaba el empleado antes de aceptar la prejubilación. Esta franja es la más frecuente, pero la cantidad a percibir puede ser, incluso, mayor.
Este doble ingreso es cuanto cobra un prejubilado, pero solo durante los primeros años, debido a que el derivado del paro tiene fecha de caducidad (máximo dos años). Pese a ello, la prejubilación puede ser una alternativa muy atractiva para el afectado, ya que puede finalizar pronto su carrera laboral pero seguir percibiendo una cantidad digna y, como valor añadido, continuar cotizando.
La situación de prejubilación dura hasta que la persona pide la jubilación ordinaria al INSS, o la anticipada, si así se desea y se tiene derecho a solicitarla. Cuando llega ese momento, el cobro que se recibe de la empresa cesará, y se comenzará a percibir la cuantía que pertenezca por jubilación pública.
¿Se pueden cobrar la prejubilación y la prestación por desempleo a la vez?
Sí. De hecho, esa es la característica principal de la prejubilación, tal como se ha expuesto en párrafos anteriores. Así es como cómo funciona la prejubilación en España. Aunque no hay que olvidar que, en general, el derecho a paro tendrá fin antes de que el extrabajador se acoja a una jubilación de la Seguridad Social.
Cuando se agote la prestación por desempleo, el prejubilado solo tendrá ingresos por parte de la empresa. Pero cabe la posibilidad de que, en esas circunstancias, pueda solicitar algún tipo de subsidio por desempleo, si cumple con los debidos requisitos.
Factores que influyen en el cálculo de la prejubilación
A pesar de que no hay una normativa por la cual se rija la prejubilación, ni sobre tipos de prejubilaciones, los empresarios suelen tener en cuenta algunos factores específicos para calcular el importe que se abonará al prejubilado. Estos, habitualmente, son:
- Antigüedad en la empresa
- Edad del afectado
- Tiempo que le falta al trabajador para cumplir la edad ordinaria de jubilación (lo que marca el fin de los pagos por parte de la empresa; el tope)
Tipos de prejubilaciones
Mientras que el sistema de Seguridad Social ofrece distintas categorías de jubilación anticipada -voluntaria, por cese no voluntario en el trabajo, por discapacidad y por ciertos trabajos penosos o de riesgo-, no existen tipos de prejubilaciones propiamente dichos.
Se podría afirmar que el formato de prejubilación es único: acceso al desempleo mediante un despido, más las mensualidades que el contratador ingresa al prejubilado, en función de lo consensuado. Pero teniendo en cuenta que el primer elemento, el paro, tiene una duración máxima de dos años. En todo caso, su durabilidad depende de lo cotizado.
¿Cuánto cobra un prejubilado? ¿Merece la pena? Conclusión
La extinción del contrato tras un pacto de prejubilación puede conllevar una remuneración mensual o, si la empresa así lo dispone, un pago único de la totalidad a pagar que se calcule (teniendo como referencia los años que falten al prejubilado para alcanzar su edad de jubilación reglamentaria).
De cualquier modo, es crucial valorar la propuesta presentada detenidamente, ya que no es obligatorio someterse a una prejubilación. No obstante, la posibilidad de hacerlo suele ser deseada por los afectados. Además, a la remuneración del empresario se debe sumar lo que se percibirá por desempleo durante la primera etapa de la prejubilación.