Incapacidad Permanente por Neuropatía Periférica
La Incapacidad Permanente por neuropatía periférica es viable, a pesar de que no se concede a todas las personas que la sufren. La clave está en el estudio de cada caso que haga el Tribunal Médico, considerando el grado de afectación neurológica y las limitaciones del afectado. Así como el tipo de neuropatía, sus causas subyacentes y la eficacia de los tratamientos administrados.
Índice de contenidos
Criterios para Incapacidad Permanente por Neuropatía
Incapacidad Permanente Total
La incapacidad permanente total por neuropatía puede tener lugar cuando la profesión del solicitante requiera un determinado nivel de esfuerzo. Si las limitaciones psicomotrices causadas por la neuropatía resultan incapacitantes para esa clase de empleo.
Incapacidad Permanente Absoluta
La incapacidad permanente absoluta se suele declarar cuando se constata la existencia de un deterioro cognitivo grave, a la vez que una limitación de las funciones motrices. Junto a ello, ha de haber una afectación severa a la marcha, de modo que -en conjunto- el trabajador no esté en condiciones de llevar a cabo ningún tipo de actividad laboral con normalidad. (No se conocen casos de Gran Invalidez por neuropatía periférica).
Grados de discapacidad por Neuropatía
Los criterios para la valoración de la discapacidad originada por neuropatía se hallan en el capítulo 3 del Real Decreto 1971/1999. Se computan las deficiencias que limitan la capacidad de la persona para llevar a cabo las actividades de la vida diaria.
El grado de discapacidad reconocido dependerá del nivel de deficiencia determinado, y del tipo de nervio (o nervios) afectados por la neuropatía.