Contrato de relevo: qué es, cómo funciona y cuáles son sus requisitos
Mediante la jubilación parcial es posible trabajar mientras se cobra una fracción de la pensión de jubilación a la que se tenga derecho. Y esta modalidad de retiro compatible con el trabajo tiene dos variantes: con y sin contrato de relevo.
El concepto ‘contrato de relevo’ hace referencia a la contratación que se realiza a otro trabajador -llamado relevista- cuando un miembro de la plantilla pasa a una situación de jubilación parcial. La función del empleado relevista es llevar a cabo las tareas que el jubilado parcial deja de hacer, ya que la jornada de este último siempre es reducida.
Pero lo esencial del contrato de relevo es que permite que la jubilación parcial se produzca antes del cumplimiento de la edad ordinaria de jubilación. De esta manera, la jubilación parcial con contrato de relevo es una jubilación parcial anticipada. No obstante, es necesario respetar unos determinados requisitos para solicitarla con éxito, y el contrato de relevo debe formalizarse según regula la ley para estos casos.

Índice de contenidos
Qué es y cómo funciona un contrato de relevo
Requisitos para acceder a un contrato de relevo
El beneficiario del contrato de relevo no puede ser cualquier trabajador; es necesario que sea, o bien una persona desempleada, o bien un empleado que ya forme parte de la empresa pero que en su momento no hubiera sido contratado indefinidamente, sino para un tiempo determinado.
Asimismo, el empresario tiene la obligación de que la base de cotización del trabajador relevista no sea inferior al 65% del promedio de las bases de cotización del ahora jubilado parcial, teniendo en cuenta para ello sus últimos seis meses cotizados.
En cuanto al formato, es requisito imprescindible utilizar el modelo oficial de contrato de relevo. Este documento específico se tiene que cumplimentar con los datos y circunstancias profesionales del jubilado, y en él también deben constar las características del puesto de trabajo que va a desempeñar el relevista.
¿Cuáles son las características del contrato de relevo?
Además de conocer qué es y cómo funciona un contrato de relevo y sus requisitos, es importante que los futuros relevistas sepan qué particularidades tendrá su relación laboral con la empresa. Son las siguientes:
- La jornada de trabajo puede ser completa o a tiempo parcial. De cualquier modo, la duración de la jornada del relevista será, como mínimo, equivalente a la reducción de jornada del jubilado parcial.
- Respecto al horario, este puede ser el mismo que tiene asignado el jubilado parcial, o complementarlo (no es necesario que las dos jornadas laborales coincidan).
- Y en lo referente al puesto de trabajo, el cargo del relevista también puede ser el mismo que el del pensionista, pero no es imprescindible que así sea.
¿Qué duración tienen los contratos de relevo?
Un contrato de relevo ha de ser indefinido o, en su lugar, que tenga una duración equivalente al tiempo que le quede al jubilado parcial para alcanzar su edad de jubilación ordinaria.
En el segundo caso, llegada esa fecha, si el trabajador jubilado parcialmente continúa en la empresa, el contrato de relevo puede prorrogarse por periodos anuales. No obstante, finalizará cuando acabe el año durante el cual se produzca la jubilación definitiva del jubilado parcial.
Cómo se regulan los contratos de relevo indefinidos
Las reglas cambian si se trata de una contratación indefinida y, además, a tiempo completo. En este escenario, el empresario no podrá despedir al relevista hasta que hayan transcurrido dos años desde que el titular de la jubilación parcial cumplió su edad reglamentaria de jubilación. Con una excepción: que tras dicho cese se contrate a otro trabajador que realice el relevo.
De no respetar estas normas, la empresa deberá abonar a la Seguridad Social los importes que la entidad ha estado pagando al jubilado parcial.
Ventajas e inconvenientes de un contrato de relevo
Las ventajas
Una jubilación parcial con contrato de relevo tiene beneficios tanto para el jubilado como para el relevista, así como para el empresario.
En relación al jubilado parcial, hay que recordar que, si no se formaliza un contrato de relevo, no se puede optar a la jubilación parcial anticipada. Pero si la figura del relevista existe, esta fórmula puede resultar idónea para quienes desean vivir una última etapa laboral (previa a la jubilación ordinaria) combinando una jornada más ligera con el cobro de una parte de su jubilación. Y, a su vez, siendo pensionista a todos los efectos frente al sistema.
De cara a la empresa, la jubilación parcial con contrato de relevo promueve el rejuvenecimiento de la plantilla. Pero no de una forma drástica, sino que el trabajador relevista puede aprender de los conocimientos y experiencia de quien se ha jubilado parcialmente.
Por último, la singularidad del puesto de relevista permite que se fomente el empleo. Porque no hay que olvidar que está destinado a una persona en paro. O, a un trabajador de la propia empresa que tenga jornada parcial para que pase, en este caso, a estar contratado a tiempo completo.
Los inconvenientes
Los requisitos de este modelo de jubilación son muy exigentes. Para poder disfrutar de una jubilación parcial con contrato de relevo es necesario que el futuro jubilado demuestre haber cotizado, al menos, 33 años. O 25 si acredita una discapacidad del 33% o superior. A ello se suman tres condiciones más: tener una antigüedad mínima en la empresa de seis años, provenir de un contrato a jornada completa y haber cumplido la edad que contempla la ley en cada supuesto (en función de lo cotizado).
En paralelo, la empresa, si acepta la jubilación parcial con contrato de relevo de uno de sus trabajadores, se ve obligada a contratar a otro -el relevista-. Y a garantizar que va a mantenerlo durante un periodo específico o, en su defecto, sustituirlo por otro. Si no se sigue esta normativa, sobre el empresario recaerá una penalización que podría ser muy elevada.
Y en tercer lugar, desde la perspectiva del relevista, el inconveniente es que su contrato tiene fecha de caducidad, debido a las cláusulas que definen el contrato de relevo.
Qué es y cómo funciona un contrato de relevo. Conclusión
Saber qué es y cómo funciona un contrato de relevo puede ser clave para un posible relevista, ya que no es una contratación convencional. Es aconsejable que, antes de aceptarlo, el interesado se informe de sus ventajas e inconvenientes -antes señalados-.
Para la celebración de un contrato de relevo aunado a la una jubilación parcial, sin embargo, se debe contar con la conformidad del empresario. Este puede negarse a llevar adelante esta situación. En dicho supuesto, no cabría la figura del relevista, y el trabajador que quiere jubilarse parcialmente no podría hacerlo de forma anticipada.