Incapacidad Permanente por Alzheimer
Es muy posible que un afectado de Alzheimer logre una pensión de Incapacidad Permanente por Alzheimer. Pero el diagnóstico de Alzheimer no garantiza, por sí mismo, que se reconozca una incapacidad. Hace falta que el Tribunal Médico lo recomiende si se detecta un deterioro cognitivo y existe una situación de dependencia.
Índice de contenidos
Criterios para Incapacidad Permanente por Alzheimer
Incapacidad Permanente Parcial
No hay casos de incapacidad permanente parcial debido a Alzheimer, ya que si se considera que hay limitación y deterioro cognitivo, el INSS concede habitualmente una incapacidad de un grado superior.
Incapacidad Permanente Total
La incapacidad permanente total por Alzheimer responde a profesiones con riesgo para terceros. Si el solicitante, por ejemplo, porta armas en su trabajo (un policía, un vigilante de seguridad, etc.) o lleva vehículos de transporte colectivo o mercancías (como un camión o un autobús). Aunque la incapacidad total por Alzheimer también se contempla si la ocupación es de alta exigencia mental o estrés, inclusive si el deterioro cognitivo y la pérdida de memoria son solo leves o moderados.
Incapacidad Permanente Absoluta
Una vez se ha diagnosticado la enfermedad y se constata la existencia de deterioro cognitivo moderado-severo, sobre todo en la memoria y las funciones ejecutivas, se puede hablar ya de incapacidad permanente absoluta por Alzheimer. Porque en dicha situación el trabajador no está en condiciones de llevar a cabo ningún tipo de actividad laboral con normalidad.
Gran Invalidez
La Gran Invalidez por esta patología es relativamente frecuente en la última fase del Alzheimer. Los requisitos son que, además de la afectación en las capacidades cognitivas y en la memoria, la persona presente un grado de dependencia que haga necesaria la ayuda de un tercero para realizar las actividades básicas de la vida diaria.
Grados de discapacidad por Alzheimer
Hay que remitirse aquí al Capítulo 16 del Anexo del RD 1971/1999, donde se establecen los criterios de valoración correspondientes a ‘Enfermedad mental’. A la hora de valorar la posible discapacidad por Alzheimer, los factores a tener en cuenta son: la disminución de la capacidad de llevar a cabo una vida autónoma (en el entorno, el cuidado personal y la actividad laboral), la disminución de la capacidad laboral, y el estudio de los síntomas y signos que han originado el diagnóstico. La finalidad es determinar si se ajustan a la sintomatología universalmente aceptada para el Alzheimer.
Clases de Discapacidad
Corresponderá un grado de discapacidad por Alzheimer de entre un 1 y un 24% si la disminución de las capacidades y el grado de dependencia son más leves por tratarse de fases tempranas en la evolución de la enfermedad.
Pero se asignará hasta un 75% cuando se diagnostica un deterioro cognitivo grave y la repercusión de la enfermedad es tal que la persona no puede cuidar de sí misma (necesitando a otra u otras personas de forma constante).
